El lado femenino. De tres ministras al inicio del gobierno, ahora hay una paridad en el gabinete de Juan Jiménez. Las nueve titulares que acompañan al presidente Ollanta Humala podrían clasificarse en grupos; existen las tecnócratas, las de carrera, operadoras políticas y hasta las casi desconocidas.,Jorge Loayza Sentada cómodamente a la diestra del presidente Ollanta Humala, en la larga mesa en la que sesiona el Consejo de Ministros, se le observa a Patricia Salas O'Brien, prueba de que la presencia femenina es evidente dentro del gabinete. Por primera vez en la historia hay paridad, nueve ministros varones e igual número de mujeres. Se podría decir que el equipo ministerial está bien maquillado, en el buen sentido de la frase. "Humala y Nadine tenían siempre una preocupación para que haya una participación de las mujeres en el gabinete", recuerda Cecilia Israel, una de las asesoras que ayudaron a formar el primer gabinete. Sin embargo, no se podría decir que el primer equipo ministerial tenía una cuota de género importante. El 28 de julio del 2011, a la reluciente ministra Patricia Salas solo la acompañaban Aída García Naranjo, en el ministerio de la Mujer; y Susana Baca, en Cultura. Pero el 28 de julio de este año, tras algunos cambios ministeriales, la imagen es distinta: las mujeres encabezan las carteras de Relaciones Exteriores, Salud, Educación, Mujer, Producción, Mincetur, Inclusión Social, Cultura y Trabajo. Salvo algunas excepciones, la mayoría de las ministras ha llegado a ese cargo luego de subir varios peldaños por su labor en el sector privado o público. El caso de Salas es un ejemplo. Cuando Lerner conformaba el primer gabinete, una de sus mayores preocupaciones era encontrar una profesional para dirigir el sector Educación. Uno de sus colaboradores le alcanzó la propuesta de Patricia Salas, una catedrática socióloga que había presidido el Consejo Nacional de Educación y participado en la conformación del Proyecto Educativo Nacional. La gran prueba de la que salió fortalecida fue enfrentar al poderoso Sutep por la implementación de la Ley de Reforma Magisterial. UNA CUOTA QUE CRECIÓ Otro caso notable es la designación en diciembre del 2011 de Ana Jara como titular del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Cuando ya era congresista, Humala vio en ella condiciones para reemplazar a García Naranjo que estaba de salida. Jara no dudó y aceptó el reto. Pasó poco tiempo para que se convirtiera en la ministra favorita de Nadine Heredia y la principal operadora política de Palacio de Gobierno. Muchos coinciden en que Nadine Heredia habla a través de Jara. “Es una persona que le gusta estar cerca del poder”, afirma una cercana a la ministra. EL FACTOR CASTILLA El perfil ministerial femenino fue cambiando conforme se definieron espacios de poder, como el del ministro Luis Castilla y la primera dama Nadine Heredia. Fuentes del Ejecutivo señalan que Castilla buscó el perfil tecnócrata y no político para algunas carteras afines al MEF, lo que habría quedado demostrado con la designación de Carolina Trivelli en el novísimo Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Trivelli llegó con los mejores pergaminos para implementar los prometidos programas sociales. Trivelli estudió Ciencias Sociales con mención en Economía y tiene una maestría en la Universidad de Pensilvania. En ese grupo de tecnócratas se encuentra su reemplazante, Mónica Rubio, quien tiene experiencia en el trabajo con organismos internacionales, entre ellos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con el mismo perfil, pero con la ventaja de mayor experiencia en el sector público y privado, en mayo del 2012 Galdys Triveño fue nombrada ministra de la Producción. Su designación fue un paso en el escalafón público, pues antes había ocupado el viceministerio de la micro y pequeña empresa e industria. Si bien muestra un perfil cordial, su carácter pudo enfrentar con decisión a los empresarios pesqueros. Un paso similar ha dado la nueva ministra del Mincetur, Magali Silva, una tecnócrata que trabajó más de 20 años en el Banco Central de Reserva, a quien el ex ministro José Luis Silva le confió su despacho para asegurar la continuidad de su política. Por la misma entidad monetaria pasó la actual ministra de Salud, Midori de Habich, con amplia experiencia en el diseño de políticas de salud. Podría mencionarse que en este grupo de ministras también hay algunas afortunadas. El 9 de diciembre del 2012, la abogada Nancy Laos juró como ministra de Trabajo luego de la crisis del ministro José Villena. Laos cuenta con el respaldo de su experiencia como abogada laboralista. Pero si hay un caso que puede resultar sorprendente ese es el de Diana Álvarez Calderón, flamante ministra de Cultura que llega sin la experiencia requerida. En sus primeras declaraciones mencionó que convocará a privados para revalorar el patrimonio arqueológico como lo hizo con la Huaca Pucllana en Miraflores. ¿Sabrá de las renuncias en el viceministerio de Interculturalidad por la Consulta Previa? Hay que esperar sus próximos pasos para saber qué nos espera en Cultura, desde el lado del gobierno. EDA RIVAS ES LA PRIMERA CANCILLER PERUANA El grupo de las que han escalado puestos en el Ejecutivo se cierra con la canciller Eda Rivas Franchini, quien anteriormente fue viceministra de Justicia y luego titular de esa cartera. Rivas llegó, entre otros cargos, con la experiencia de haber sido jefa de asesores de la PCM. Las otras dos ministras que juraron en el primer gabinete presidido por Salomón Lerner fueron Aída García Naranjo, en la cartera de Mujer; y Susana Baca, para Cultura. La inclusión de García Naranjo respondió a un criterio de cuota por el apoyo del Partido Socialista. En cuanto a Baca, fue propuesta por Lerner a pedido del sector izquierdista que trabajó con Humala. Sin embargo, no contaron con su falta de experiencia. La primera ministra mujer en la política peruana fue Ilda Urízar, en la cartera de Salud, en 1987, en el primer gobierno aprista. En tanto, Beatriz Merino fue la primera premier. Fue nombrada por Toledo en el 2002.