Los agricultores de Guineal y los pobladores de la comunidad Sinchi Roca son vecinos en el distrito de Irazola, provincia Padre Abad, región Ucayali. La titulación de zonas ampliadas del territorio de los comuneros cacataibos ha generado el reclamo judicial de los colonos. El presidente de Guineal, Celis Vergara, asegura que la decisión de la Dirección Regional de Agricultura-Ucayali los perjudica porque se ha titulado tierras que se sobreponen a sus posesiones de hace más de quince años.
Por su parte, los nativos de la comunidad Sinchi Roca han decidido desalojar de sus tierras a los agricultores de Guineal, para lo cual ya han hecho varias incursiones. La última se dio el jueves 1 de febrero en el sector conocido como Mendoza.
Ese día, según informó el periodista de Ucayali, Beni Sinarahua Grandes, los nativos quemaron algunas viviendas perdiéndose enseres y otros.
Sinarahua recogió el testimonio del agricultor Aviud Ecel Ocaña Urbano, uno de los amenazados para que abandone el titulado territorio cacataibo.
“Nos han dado plazo para salir, dijeron que si no nos vamos en un mes volverán y nos quemarán, también si pasamos un audio o video en radio y televisión. Creo que nosotros no tenemos justicia, lo que queremos es un auxilio de las autoridades competentes, que nos auxilien pues cómo y de qué manera podemos salir. Si se trata de salir nos vamos”, manifiesta resignado Aviud Ocaña al recordar que ya es adulto mayor.
Los agricultores han acordado realizar este jueves 8 de febrero una marcha preventiva en Pucallpa para exigir solución a la Dirección Regional de Agricultura. Afirman que, de no lograrlo, irán a un paro regional apoyado por el Frente de Defensa de Ucayali. Ese mismo día también se movilizarán quienes apoyan la nueva Ley Forestal.
El periodista Benni Sinarahua refirió que la población de Guineal tiene el apoyo del congresista Edwin Martínez, uno de los promotores de la modificación de la Ley Forestal. Dijo que el parlamentario le manifestó que están pidiendo la nulidad del título de la ampliación y que se realice otra georreferenciación, lo cual significa una nueva medición y un nuevo plano.
Versión de dirigente cacataibo
Washington Bolívar, presidente de la Federación Nativa de Comunidades Cacataibo (Fenacoca) dijo a La República que, efectivamente, las comunidades del pueblo cacataibo están tituladas y ahora les toca trabajar sus tierras en agricultura, ganadería y recursos forestales, porque “nuestro territorio está categorizado así: agrícola, ganadero y forestal”.
Sin embargo, refiere que estos conflictos por territorios están ocurriendo no por la invasión de los colonos sino porque los comuneros venden o arriendan sus terrenos en vez de trabajarlos.
“Hay documentos que me avergüenzan, los mismos jefes de comunidad han vendido o alquilado sus territorios. En Puerto Nuevo un arrendatario tiene más de 300 hectáreas de pasto y va a ser difícil sacarlo. Dicen: yo me voy, pero me pagas lo invertido. La comunidad no tiene de dónde pagarles; posiblemente se queden con el terreno”, expresa tras anotar que en Mariscal Cáceres el 95% del territorio está arrendado a mestizos que siembran papaya, piña, “y el comunero no saca nada”.
Dice que Guineal ha quedado como una isla en el centro de la comunidad nativa Sinchi Roca y que los comuneros les permitieron ingresar para que trabajen bajo la modalidad de alquiler.
El presidente de Fenacoca se muestra a favor de la nueva Ley Forestal “porque ya no nos van a criminalizar por tumbar árboles en nuestras parcelas, por sacar carbón. Ya no habrá estudio de suelos que vaya a Lima para titular a una comunidad. Van a ser excluidos los Bosques de Producción Permanente (BPP) y la gente que vive ahí, donde ya hay escuelas y postas médicas, va a ser titulada. A esa gente no se le puede botar”, sostiene refiriéndose a los agricultores.
Nombra caseríos que se encuentran dentro de BPP y están poblados. Entre ellos, Nuevo Edén, Motelillo, Juantía, Bimboya, en el distrito de Nueva Requena, provincia Coronel Portillo.
Su postura en favor de la nueva Ley Forestal la refuerza con el argumento de que los pueblos indígenas no pueden pasar más miseria. Cuestiona que les pidan cuidar los bosques para tener ingresos, pero que estos son ínfimos.
“La venta de carbono genera 69 dólares por hectárea de captación de carbono y la ONG encargada le paga a la comunidad 4 dólares por hectárea anualmente. Son 400 mil soles que se reparte entre más de 200 familias”, refiere.