Historias parecidas. Años después, en las elecciones de 2016, cuando el fujimorismo obtuvo la mayoría parlamentaria, acusó el mismo comportamiento que denunciara en 1992 para justificar su atropello a la democracia. ,Alberto Fujimori cerró el Congreso el 5 de abril de 1992 –hace ya 27 años– y puso como excusa que este solo obstruía al gobierno. No era verdad. El deseo final era tenerlo sometido. Y lo logró. Años después, en las elecciones de 2016, cuando el fujimorismo obtuvo la mayoría parlamentaria (por obra y gracia de la cifra repartidora), acusó el mismo comportamiento que denunciara en 1992 para justificar su atropello a la democracia. PUEDES VER Alberto Fujimori: ¿Cómo fue el autogolpe del 5 de abril de 1992? [CRONOLOGÍA] Historias parecidas En los noventa, el fujimorismo manejó el Parlamento como quiso. La revisión de información estadística ayuda a explicar esto. Por ejemplo, entre 1995 y 2000 solo se aprobaron 6 mociones para formar comisiones investigadoras, sobre un total de 263 solicitudes: esto apenas equivale al 2,3%. Otro elemento que describe bien la debilidad parlamentaria en los noventa es el masivo empleo de decretos de urgencia (emitidos por el Ejecutivo, sin necesidad de pedir autorización del Congreso). El gobierno de Alberto Fujimori empleó 456 de estos DU entre los años 1995 y 2000 (la cifra se eleva a más de 1.800 si se suman los DU aparecidos entre 1990 y 1995). La comparecencia de ministros ante el Pleno o la Comisión Permanente también fue menor en el fujimorismo. La presencia de miembros del gabinete en el Congreso para explicar la marcha de las políticas de Estado es una de las herramientas clásicas de control político. De 1995 al 2000 solo se produjeron 5 interpelaciones y 12 asistencias. Solo la caída del fujimorismo en el 2000 permitió que el Parlamento peruano recuperara en algo su independencia. A partir del 2016, el fujimorismo retomó el control del Pleno. Y volvió a demostrar su talante autoritario. PUEDES VER Ejecutivo busca que terroristas que cometan nuevo delito reciban 30 años de cárcel Los ejemplos son varios y solo se enumerarán algunos acá. Para empezar, nunca saludaron a quien ganó las elecciones, una elemental tradición democrática; también negaron dar las comisiones de Presupuesto y Constitución al oficialismo, lo que es una práctica parlamentaria; censuraron –sin sentido– al exministro de Educación Jaime Saavedra; aprovecharon su mayoría (hoy debilitada por las renuncias) para nombrar en cargos clave a personas de su entorno; mantienen el blindaje al ex fiscal de la Nación Gonzalo Chávarry, y al congresista sentenciado por el Poder Judicial Edwin Donayre; demoran todo lo que pueden la reforma judicial impulsada por el presidente Martín Vizcarra (a quien legisladores de Fuerza Popular han llamado, incluso, “dictador”). De nuevo, son solo algunos ejemplos. En los dos casos en los que el fujimorismo dominó el Poder Legislativo, este ha sido empleado como una herramienta de intereses partidarios. La deriva dictatorial - Documentos estadounidenses desclasificados revelaron que después de asumir el poder, Fujimori y Vladimiro Montesinos organizaron un plan para instalar un gobierno dictatorial con el pretexto de la lucha antiterrorista. Los oficiales estadounidenses destacados en el Perú detectaron conspiraciones para instalar un nuevo régimen de corte cívico-militar en reemplazo del régimen democrático (La República 5/04/18).