“Si no se hace dársena, carga (agroindustrial) seguirá saliendo por Paita y El Callao”

HUMBERTO FLORES. Director de la Autoridad Portuaria Regional La Libertad. Cuestiona concesión de Salaverry.,Trujillo Los agroexportadores, algunas autoridades, sociedad civil y dirigentes agrarios han enviado una carta a Proinversión, al Ejecutivo y al Congreso pidiendo dejar sin efecto la declaratoria de interés de la Iniciativa Privada (IP) del Consorcio Transportadora Salaverry (CTS) para la modernización del puerto de Salaverry. ¿Coincide con esa exigencia? Claro. La IP condiciona la construcción de una dársena (muelle) en Salaverry para mover la carga de contenedores de las agroexportadoras a la existencia de la carga. ¿No es esa una posición lógica la de CTS? La IP no garantiza nada, porque está supeditada (la dársena) a disparadores de los rendimientos de carga de la I y II etapa. Los liberteños tenemos derecho —y más que derecho, la obligación— de proponer nuestras propias estrategias de desarrollo. ¿Ya? Y la estrategia de desarrollo para nosotros está no en extraer materias primas, no ganamos nada. ¿Está en qué? En producto terminado, procesado, valor agregado. Cómo va a haber expectativa sobre Salaverry si no hay la seguridad de que se va a sacar carga de contenedores. Esa es la parte clave. Estamos a pocos días de que CTS obtenga la concesión de Salaverry, en caso no se presente otro postor que obligue a Proinversión a convocar a un concurso… Estamos a quince días. Todo se define el 2 de noviembre. Hasta ese día, ¿se puede hacer alguna modificación a la IP que contemple la construcción de infraestructura para mover la carga agroindustrial? No. Nosotros estamos dando las alertas, tanto al próximo operador como al gobierno, de que necesitamos condiciones más claras. Los productores no se van animar a hacer nada porque no tenemos un puerto en condiciones adecuadas, es decir no hay ninguna garantía. CTS puede objetar que no puede hacer ninguna obra en Salaverry porque no existe la carga, pero entonces debemos ponernos de acuerdo. Anualmente las agroindustriales mueven 40,000 contenedores por los puertos de Paita y El Callao. Entonces, sí existe una carga cautiva. Creo que estamos por encima de los 70,000 contenedores por año. Y eso no es poca cosa pues. ¿Qué van a hacer ahora? ¿Esperar la respuesta del gobierno? Este bendito sistema de libre mercado es una ruleta rusa. En todo caso, el Estado debería hacer la dársena. Eso es otra cosa. En todos los puertos del mundo, incluso para la concesión de El Callao, se habilitó la estructura del puerto para darle al concesionario el puerto que necesitaba. Hace seis años se abrió la boca del puerto y se hizo el dragado. No lo hizo el operador. Eso se puede hacer en Salaverry. El Estado debe entregar el bien en óptimas condiciones para su manejo. En la dársena no va a invertir más de US$ 40 millones. ¿El Estado podría hacer una obra en un puerto concesionado? Tiene que hacerlo. Si no acepta, quiere decir que existe una situación oscura entonces que debería ser denunciada. Lo ideal es que el inversionista construya la dársena ¿no cree? CTS ya expuso su punto de vista. Ya no hay ningún debate. Este problema se ha presentado porque en su momento no se socializó la IP para modernizar Salaverry. El operador quiere hacer lo que le da la gana. Y no es así, hay que ponerle ciertas condiciones básicas. Ahora, eso no le perjudica. Sino se edifica la dársena, los agroindustriales seguirán llevando su carga por Paita y El Callao. La posibilidad de hacerlo por Salaverry se puede quedar en el aire. ¿Se está condenando a Salaverry a ser un puerto solamente para mover carga de granos y minerales? No, no, no. Eso es mentira. Lo que buscan es desaparecer al puerto de Salaverry. Para mover minerales, el puerto tiene que tener aguas profundas y eso significa dragado permanente. Y seamos claros en decirlo ahora: lo van a desaparecer. Lamentablemente el futuro concesionario y funcionarios de Lima quieren definir el futuro del puerto y nosotros, los que somos los interesados, los que tenemos el compromiso, no participamos con nuestras decisiones.