Durante el superciclo de precios altos de los productos básicos, del 2003 al 2014, el PBI de la región tuvo un fuerte crecimiento de sus exportaciones. Mejoraron los precios de los minerales (cobre, oro, hierro, plata, zinc, níquel), de los productos agrícolas (maíz, trigo, soya, banano, café) y los hidrocarburos (petróleo y gas). La razón: China se estaba industrializando.
Pero el superciclo ya fue. De aquí al 2030 se pronostica que tendremos la década perdida de la globalización. Algunos hablan del estancamiento secular, con bajo crecimiento de la demanda. Si agregamos la alta inflación pospandemia, estamos en estancamiento con inflación (estanflación, “stagflation”, en inglés).
Otros, como Robert Brown, de la Universidad Norhwstwern, dicen que los nuevos inventos de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) no han tenido el mismo impulso de las anteriores revoluciones industriales (desde el siglo 18 hasta hoy), por lo cual no se puede esperar que estas relancen el crecimiento.
En el Perú, el MEF (Marco económico multianual, 2023-2026, agosto 2022) ha realizado proyecciones sobre el PBI potencial del Perú (ver gráfico). Dice que el PBI comienza a levantar con el superciclo (desde el 2004), contiene una fuerte caída en del 2009 debido a la “gran recesión mundial”. Desde el 2014, la desaceleración es grande y las tasas oscilan alrededor del 3%. En el 2020 viene la gran caída por la pandemia y el rebote inmediato del 2021. Del 2023 al 2026 se pronostica un PBI de 3% en promedio.
Pero después de esa proyección del 2022 mucha agua ha pasado bajo el puente y la situación ha empeorado: este año el PBI sería 0%. Y el PBI potencial de los próximos años debiera ser bastante inferior al 3% proyectado en el 2022.
La cuestión es que el modelo económico (con superciclo y todo) generó una estructura productiva, según José Antonio Ocampo –exsecretario de la Cepal– con este resultado neto: “aumentó la economía dual (formal/informal) pues las reformas llevaron a la creación de una economía altamente productiva con actividades y empresas y de clase mundial, a la vez que con un alto crecimiento de la informalidad en el mercado laboral”.
Y agrega: “El principal supuesto del pensamiento ortodoxo –que el aumento de la productividad en los sectores dinámicos conduciría a un crecimiento más rápido de la productividad general– no se materializó, debido a la creciente proporción de la fuerza laboral en los sectores informales de baja productividad, lo que arrastró a la baja la productividad general” (1).
En el Perú, según la CAF (Nota de productividad Perú # 9, 2022), “la productividad laboral en el empleo formal equivale a 3 veces la informal. El sector informal produce 20% del valor agregado total y emplea a más del 70% de los trabajadores a nivel nacional, lo que sugiere que la informalidad es uno de los factores detrás de la baja productividad laboral en Perú”. Agregamos: no solo aumentó la “economía dual” sino que se acentuó el centralismo. Según el INEI, la informalidad en Lima es el 52%, pero en Cajamarca, Puno, Ayacucho, Huancavelica, Amazonas, San Martín, Huánuco y Apurímac, es cercana al 90%.
Además, como hemos dicho antes, se han extendido las economías delictivas, configurando lo que Francisco Durand llamó el “Perú fracturado”, tema que está hoy en los primeros lugares de la agenda del país, pues ha llegado incluso hasta el Congreso. Las explicaciones acerca de su crecimiento se apoyan en las mismas premisas que generaron la informalidad.
Resumiendo, los defensores del modelo tienen memoria selectiva: todo lo bueno que sucedió es de ellos. Pero todo lo que salió mal o no se hizo, es culpa de “los otros”. ¿Quiénes son? Escoja usted: todos menos ellos. Pero no hay duda que estos son los resultados del tipo de crecimiento que hemos tenido.
Moraleja, es importante crecer, pero también el “cómo” crecer para alcanzar el desarrollo. Para eso se necesitan nuevas políticas, incluidas las industriales, y no retroceder el reloj a la década del 90. Más aún, cuando el PBI potencial del Perú ya no será lo que era.
1)El desarrollo liderado por los productos básicos en América Latina, Geneva Graduate Institute, Suiza, 2017.https://bit.ly/3TApfLD.