El día que Keiko dijo “NO” al indulto, por René Gastelumendi

Hoy vemos, por enésima vez, a una hija clamando por la urgente liberación de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, preso por diversos delitos hace más de quince años. La escena parece natural, esperable, una Keiko Fujimori muy afectada por la situación: rostro desencajado, ojos brillosos, tristeza, empatía, preocupación y, al mismo tiempo, energía para exigir la excarcelación que nuevamente se posiciona en la escena política polarizándolo todo.

Aprovecho la más reciente coyuntura en torno al indulto de Fujimori como insumo para intentar conocer el alma de nuestros políticos, el espíritu, el tras bambalinas ético de aquellos que pretenden con tantas ansias gobernarnos y, para esto, en el caso de la lideresa de Fuerza Popular, hay un registro, un recuerdo muy revelador. No siempre fue Keiko la hija abnegada luchando por la libertad de su padre, a quien le debe todo su capital político. No siempre esa fue su prioridad y Kenji, su hermano, lo demostró.

Recordemos, corría el año 2017 y por tener posturas contrarias a su hermana, el menor de los Fujimori comenzó a recibir sanciones disciplinarias. Con otros exfujimoristas, forma entonces el grupo conocido como los ‘Avengers’. No obstante, Kenji ya se había fijado la meta de sacar a su padre de la cárcel.

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Fue entonces que, en diciembre del 2017, por un polémico intercambio entre la abstención al votar por la vacancia contra el presidente PPK y el indulto a Fujimori, logra que su padre quede en libertad el 24 de diciembre y tenga un arresto domiciliario. Alberto Fujimori, al fin libre, gracias al indulto de PPK, tal como supuestamente Keiko lo había soñado durante tantos años.

Sin embargo, lejos de apoyar la medida, Keiko expulsa del partido a su hermano y difunde los famosos ‘Kenjivideos’ y lo liquida, entrega su cabeza hasta el punto de que se le abre un proceso penal. En estos videos puede escucharse a miembros del partido oficialista negociando favores a cambio de los votos necesarios para impedir la vacancia de PPK, lo cual era la verdadera prioridad, la más importante, de Keiko Fujimori, no el indulto. Quedó clarísimo.

Ante la presión del poderoso partido Fuerza Popular, sus 72 congresistas y la ciudadanía, Kuczynski renunció y el indulto quedó sin efecto y, tras diez meses de arresto domiciliario, el 3 de octubre de 2018, se determina que Fujimori regrese a prisión. Esas lágrimas, esa tristeza, por la libertad de su padre, que vemos ahora, yo no me las creo.