Digamos que un funcionario público en el Perú quiere mejorar algún proceso de su organización para brindar mejores servicios al ciudadano. Si ello requiere de un proceso de transformación digital y que la institución para la que trabaja no tiene el personal con el conocimiento suficiente. ¿A quién acude? Es una respuesta muy difícil. EEUU es un ejemplo.
En 1949, se creó el GSA (Administración de Servicios Generales), una agencia independiente del gobierno, cuyo objetivo es (1) manejar bienes raíces, (2) adquisición y (3) servicios tecnológicos para el Estado. Para satisfacer (3), GSA tiene una variedad de Servicios de Transformación Tecnológica a disposición de cualquier entidad gubernamental. En las últimas décadas, GSA ha sido instrumental para proveer servicios digitales de primera calidad gracias a las diferentes oficinas que se especializan en distintas áreas.
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La oficina de Soluciones TTS tiene infinidad de servicios listos (API.data.gov, Search.gov, Cloud.gov, Login.gov, etc).
¿Necesita asesoría específica en AI, adopción de la nube, experiencia de usuario, datos y analítica, optimización de infraestructura o implementar/mejorar tu contact center? Para eso están los Centros de Excelencia.
¿Quiere construir un producto digital específico, pero hace falta una consultoría para utilizar metodologías modernas (e.g. Agile) o tal vez crear un TDR? Para eso está la oficina de “18F”.
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¿Urge trabajar durante un año con un experto en TI del sector privado con mucha experiencia? El programa Innovación Presidencial PIF se encarga de construir esos puentes.
¿Pide contratar a tecnólogos que recién se han graduado y están buscando utilizar su nuevo conocimiento? El programa US Digital Corps lo resuelve.
En este siglo los servicios digitales no son un lujo sino una necesidad, es imperativo que pensemos en estructuras y programas similares a EEUU. Debe asumirse que un Ministerio de CTI en el Perú debería contemplar la innovación digital del Estado con esa visión. Hay tiempo para hacerlo.