El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, se mostró partidario de realizar esfuerzos para "reconstruir las relaciones" con la Unión Europea, al hacer hincapié en las "consecuencias" del Brexit para la economía británica.
"Como funcionario, no tomo una posición sobre el Brexit como tal (...) Pero debo subrayar las consecuencias", y la salida de la UE ha pesado sobre el comercio exterior del Reino Unido, admitió el jueves por la tarde en un discurso a representantes de los círculos financieros británicos.
"Debemos (...) dar la bienvenida a las oportunidades para reconstruir las relaciones respetando al mismo tiempo la decisión del pueblo británico" de abandonar la UE, añadió, en palabras ampliamente difundidas en la prensa británica el viernes, que considera que sus comentarios se encuentran entre los más fuerte hasta la fecha sobre el Brexit.
Desde que llegó al poder en julio, el gobierno laborista de Keir Starmer ha manifestado repetidamente su deseo de establecer una relación "más constructiva" con la UE, pero ha descartado unirse al mercado único, la unión aduanera o restablecer la libertad de circulación.
Pero Londres busca al mismo tiempo mantener su "relación especial" con Estados Unidos, preocupada por las inclinaciones proteccionistas de Donald Trump tras su victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses.
Rachel Reeves, ministra de Finanzas británica, también pidió el jueves por la tarde, durante el mismo acto en Mansion House, residencia oficial del alcalde de la City de Londres, "relanzar" las relaciones con la UE, primer socio comercial de los británicos.
"No cancelaremos el Brexit ni nos uniremos al mercado único ni a la unión aduanera", pero "debemos reconocer que nuestros mercados están altamente interconectados", dijo.