Altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos han confirmado la compra del software de espionaje Pegasus, de la firma israelí NSO Group, para su uso en la lucha contra el narcotráfico en Colombia, aunque rechazaron que se haya utilizado para vigilar a figuras políticas, como lo afirmó el presidente Gustavo Petro y señalaron que posteriormente, se suspendió.
Estados Unidos se habría comprometido en 2020 con Colombia a proporcionar fondos para la compra de Pegasus, sin detallar el monto exacto que aportaron, según altos funcionarios de la administración Biden (quienes no estaban autorizados a ser identificados). Esta operación fue conocida por un reducido grupo de funcionarios de seguridad colombianos y no involucró al entonces presidente Iván Duque (2018-2022). Petro tampoco estuvo involucrado.
El embajador de Colombia en EE. UU., Daniel García-Peña, se reunió con funcionarios estadounidenses, quienes le confirmaron la financiación y la posterior suspensión del software tras detectar posibles usos indebidos. Esta situación ha llevado a Colombia a solicitar más información sobre el uso de Pegasus en el país.
“Me confirmaron que así fue y que no es la única o la primera vez que eso sucede por parte de las autoridades norteamericanas... para evitar la trazabilidad de los recursos”, afirmó García-Peña, según AP. “Si esto fuera tan legítimo y si todo estaba encaminado a esa lucha contra el narcotráfico, que se tengan que hacer pagos en efectivo de esta manera, pues todavía para mí, para nosotros, sigue siendo altamente dudoso”.
Los altos funcionarios estadounidenses explicaron a García-Peña que la financiación se enmarcó en un programa de cooperación para combatir el narcotráfico, y que Pegasus debía ser utilizado exclusivamente contra cárteles de la droga en Colombia y México. Sin embargo, cuando surgieron sospechas sobre su uso indebido a nivel global, se decidió restringir las operaciones con la empresa israelí NSO Group, fabricante del software.
García-Peña enfatizó la necesidad de conocer cómo se utilizó Pegasus en Colombia, argumentando que tanto los ciudadanos colombianos como los contribuyentes estadounidenses tienen derecho a saber cómo se emplearon los recursos. “Es fundamental que tengamos claridad sobre lo que ocurrió”, afirmó el embajador.
La compra de Pegasus ha generado controversia en Colombia, especialmente tras las acusaciones de Gustavo Petro, quien afirmó que el Gobierno de Duque pagó 11 millones de dólares en efectivo a NSO Group. Según Petro, esta operación tenía como objetivo espiar a opositores políticos, lo que llevó a la Fiscalía General de Colombia a abrir una investigación sobre posibles irregularidades en la adquisición y uso del software.
Exfuncionarios del Gobierno de Duque han desestimado las acusaciones de Petro, calificándolas como “una cortina de humo”. La situación ha puesto de relieve la tensión política en el país y ha suscitado un debate sobre la ética en el uso de tecnologías de espionaje.