En Miguelturra, un pequeño pueblo en el centro de España, un reciclador sorprendió a la comunidad al devolver una caja con 68 mil dólares que encontró entre objetos destinados al reciclaje. Juan Carlos, como se identificó al protagonista de esta historia, se hallaba en plena rutina de trabajo cuando, al inspeccionar una caja que parecía contener un televisor viejo, descubrió el dinero organizado en paquetes de billetes.
El inesperado hallazgo, ocurrido en septiembre en el centro de reciclaje del municipio, generó dudas iniciales en el trabajador. Juan Carlos pensó que el dinero podría ser falso, pero al corroborar su autenticidad, optó por informar de inmediato a las autoridades.
Juan Carlos, quien trabaja en el centro de reciclaje de Miguelturra, manifestó que devolver la suma hallada en la caja fue una decisión natural para él. Explicó que “dudar sería lo primero que cualquiera haría al encontrar tal cantidad de dinero”, y reconoció que su deber como empleado público lo llevaba a actuar con honestidad. Su primera reacción al abrir la caja fue cuestionar si el dinero era verdadero, pero después de verificar la autenticidad de los billetes, el reciclador optó por notificar a la Policía Local, asegurándose de que el dinero volviera a su legítimo dueño.
La caja en la que Juan Carlos encontró el efectivo estaba entre una serie de objetos desechados por los habitantes del pueblo, entre los cuales se incluían dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, routers e impresoras. La situación se volvió aún más inusual porque la caja, aparentemente destinada al reciclaje, se encontraba en una sección donde rara vez aparecen artículos de tanto valor. Al descubrir el contenido, Juan Carlos sintió que lo correcto era no guardarlo, sino confiar en que la autoridad se encargaría del caso.
El reconocimiento de Juan Carlos por parte de la comunidad ha sido notable. El alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, destacó la profesionalidad del reciclador, subrayando que su decisión representa los valores de servicio y honradez. En sus palabras, el edil expresó: “Es un orgullo contar con empleados tan comprometidos con el servicio público como Juan Carlos”. El funcionario local también señaló que este acto debería servir de ejemplo para toda la comunidad y para otros empleados del ayuntamiento.
Sin embargo, más allá del reconocimiento y de las palabras de gratitud por parte del alcalde y de los vecinos del pueblo, el reciclador no recibió una recompensa económica por su acción. Juan Carlos minimizó la importancia de su acto, indicando que “no es una cosa fuera de lo normal. Es lo que cualquiera debería hacer”. Su modesta respuesta resalta su enfoque en el deber ético antes que en cualquier tipo de recompensa.
Gracias a la rápida intervención del reciclador y de las autoridades locales, la propietaria del dinero fue localizada pocos días después del hallazgo. La caja, que había sido llevada al centro de reciclaje de Miguelturra por una residente del área, contenía un monto que la mujer desconocía haber dejado allí. La Guardia Civil, con apoyo de la Policía Local, revisó las cámaras de seguridad del centro para identificar quién había depositado la caja en el lugar y así ubicar a su dueña.
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La propietaria del dinero, quien desconocía completamente el contenido de la caja, se mostró agradecida al recibir la noticia de que su dinero estaba a salvo. Según las autoridades, la mujer había decidido llevar al centro de reciclaje varios objetos electrónicos sin reparar en que dentro de la caja se encontraba una suma significativa de dinero en efectivo. La rápida actuación del reciclador y la eficiente respuesta de la Policía Local y la Guardia Civil permitieron que el dinero volviera a su legítima dueña, un desenlace que reforzó la sensación de confianza en los trabajadores del municipio.