Un tribunal francés condenó el martes a penas de hasta 15 años de cárcel a 18 personas que formaban parte de una red de tráfico de personas en el canal de la Mancha, que separa Francia de Reino Unido.
La investigación descubrió que esta red controló una gran parte de los cruces irregulares de migrantes hacia Reino Unido entre 2020 y 2022.
Al menos 60 personas han muerto este año al tratar de cruzar el canal, uno de los más transitados del mundo, en embarcaciones precarias.
El tribunal de Lille, en el norte de Francia, impuso la pena más dura al iraquí Mirkhan Rasoul, de 26 años, acusado de ser el cabecilla de la red.
El hombre, que ya había sido condenado anteriormente, también fue acusado de coordinar sus acciones desde su celda en una prisión francesa.
Las penas dictadas por el tribunal para los otros 17 acusados, incluido una mujer, oscilaron entre uno y 12 años de cárcel.
También se dictaron órdenes de detención contra otros nueve acusados, condenados en ausencia.
"Los acusados no son voluntarios que ayudan a sus semejantes, sino mercaderes de la muerte", afirmó la fiscal durante el juicio. Los barcos, describió, transportaban "hasta 15 veces su capacidad teórica".
Más de 50 registros dieron lugar a la incautaciones de 1.200 chalecos salvavidas, cerca de 150 lanchas neumáticas y 50 motores, en operaciones dirigidas conjuntamente por Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Reino Unido.
Las agencias Europol y Eurojust coordinaron estas intervenciones. La Agencia Nacional británica contra la Delincuencia (NCA) declaró que cada cruce de migrantes de Francia a Reino Unido generaba beneficios de cerca de 100.000 euros (109.000 dólares) a la red.