El miércoles, la Policía de Nueva Gales del Sur confirmó la triste noticia de la muerte de la anciana que recibió descarga eléctrica de una pistola taser, por parte de un agente de la residencia de ancianos donde se encontraba, en Australia. "Con una gran tristeza confirmamos el fallecimiento de Clare Nowland, de 95 años, esta noche. La señora Nowland murió plácidamente en el hospital", indicaron en un comunicado.
Este jueves, las autoridades suspendieron y presentaron cargos contra el policía, identificado como Kristian White, que redujo a la mujer cuando caminaba en los pasillos con un cuchillo. El disparo fue hacia el pecho y la espalda en el momento que ella se aceró lentamente en su andador. Tras el ataque, la anciana cayó y se golpeó la cabeza.
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El hombre de 33 años deberá comparecer el próximo 5 de julio ante un tribunal de Cooma por los cargos por lesiones graves por imprudencia temeraria, agresión con lesiones reales y agresión común, según fuentes policiales australianas.
Por su parte, la familia de Nowland piden respeto y privacidad en esos momentos difíciles. El caso está siendo investigado y ha causado muchas críticas en el país, incluso por la Amnistía Internacional, ya que no es la primera vez que sucede un hecho similar.
En el 2012, un estudiante brasileño Roberto Curti perdió la vida en Sídney tras recibir 14 descargas eléctricas por parte de la Policía. Dos años después, cuatro agentes fueron declarados culpables por el uso excesivo de sus fuerzas ante el tribunal.