En uno de los peores momentos de la relación entre América Latina y el Caribe y Estados Unidos, con un contexto mundial dominado por las incertidumbres, por la pandemia, la invasión de Rusia en Ucrania y la desaceleración de la economía global, los académicos listaron propuestas para mejorar este escenario y el bienestar de la población.
Los académicos Juan Gabriel Tokatlián, de la Universidad Torcuarto Di Tella, de Argentina, Jean Marie Chenau, de la Universidad de Los Andes, de Colombia, y Guadalupe González, del Colegio de México, proponen, junto a un gran equipo de especialistas involucrados en el proyecto, 15 ‘rutas’ para una nueva agenda regional.
Las ‘rutas para una agenda renovada’ surgieron después de una serie de reuniones con representantes de la sociedad civil, académicos, diplomáticos y otros sectores. Las 15 hacen parte del amplio informe, de 42 páginas, llamado “Las Américas en tiempos adversos: en busca de una agenda renovada”, que será presentado en la cumbre de Los Ángeles, que empieza el lunes 6 de junio.
La ‘ruta’ número uno de la agenda propuesta por los académicos y que será presentada durante la Cumbre en Estados Unidos tiene como objetivo “reducir las arraigadas desigualdades socioeconómicas, erradicar la pobreza, ampliar los derechos para todos y el acceso universal a servicios básicos”.
Los analistas notan cómo la situación social ha empeorado aún más en el hemisferio, después de la pandemia de coronavirus y que los desafíos, los problemas, son, al final, compartidos entre todos los países del continente.
“La agenda social debe ser el foco y la brújula que oriente y dote de sentido estratégico al diálogo y la acción colectiva en las Américas y es tiempo de centrar la atención en políticas acordadas a nivel intergubernamental e intersocial” para combatir la exclusión, dicen en el documento.
De acuerdo con Tokatlián, vicerrector de la Universidad Di Tella, más que nunca, la sociedad civil tiene que ser más escuchada para que las decisiones de los gobiernos e instituciones estén conectadas con las necesidades reales de las poblaciones.
“América Latina, desde la sociedad civil, tiene una agenda para una conversación madura y seria con Estados Unidos”, dijo Tokatlián. Para él, los gobiernos, sus entidades e instituciones son tan relevantes como los movimientos sociales, las ONGs, las organizaciones de base, los actores del mundo sindical y empresarial. Todos, refuerza el académico, son hoy “igualmente esenciales para el crecimiento económico, el bienestar social, la convivencia política”.
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Los analistas que trabajan en el proyecto, una iniciativa de la Fundación Ford, observan que la democracia será tema central en la Cumbre de las Américas. Y hay que cuidarla.
“Hay que mejorar y ampliar las formas de representación y participación política a través de la promoción de prácticas democráticas para que las instituciones reflejen claramente las nuevas demandas ciudadanas”, dice el documento.
El texto recuerda que actualmente las movilizaciones son dinámicas en nuestra región. “Hay una ciudadanía movilizada, dinámica y demandante que exige más y mejor participación”, escribieron.
El contexto actual une al hemisferio en otros desafíos como el tráfico de armas, las estrategias ‘fallidas’ de combate a la inseguridad y la necesidad debatir también este tema, además de la preocupación creciente con la migración.
“La migración es una asignatura pendiente que no puede esperar”, se dice en el documento. Las propuestas de los académicos a esta situación que involucra a miles de ciudadanos son: “Se requiere abrir vías de regularización, refugio y asilo, además de invertir muchos más recursos para el desarrollo de las comunidades de origen”.
Otro punto esencial es la cuestión de los derechos humanos. Para los estudiosos es “urgente” reforzar los mecanismos de defensa de los derechos humanos a través de las instituciones existentes.
“La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos desempeñan un papel central para revertir el deterioro de la situación y requiere del apoyo incondicional y los recursos necesarios para funcionar.
Una señal de credibilidad del compromiso de Estados Unidos sería su ratificación de los instrumentos interamericanos en materia de derechos humanos”, dice el documento, importante aporte del mundo académico a la discusión de cómo recomponer la relación entre EE. UU. y la región.
En la opinión de los estudiosos, el diálogo es fundamental para que medidas conjuntas sean implementadas. En el documento, alertan para el hecho de que aun hoy no hay un modelo interamericano de cooperación para la equidad, la inclusión y la atención humanitaria “robusto, concertado, imparcial y alineado con la agenda 2030″ de las Naciones Unidas.
Los académicos llaman la atención para la necesidad de desarrollar este plan, y que sea con fondos. Entienden que es el momento, por ejemplo, de “recapitalizar al Banco Interamericano de Desarrollo” y de volver al acuerdo fundacional de que su liderazgo sea latinoamericano y caribeño “para mejor equilibrio entre países donantes y receptores”.
Con este informe, como observaron los académicos de Argentina, de Colombia y de México, se busca alertar para los problemas compartidos en la región y llevar a la Cumbre propuestas plurales que nacieron de las conversas que duraron meses con los diferentes sectores de la sociedad.
“En medio de la ausencia de propuestas constructivas, se trata de un informe que contiene propuestas asertivas que llaman a una deliberación más horizontal entre América Latina y Estados Unidos”, resalta.