La propuesta del Gobierno francés de prohibir por ley el incesto por primera vez desde 1791 pretende terminar con una práctica que, incompresiblemente, estaba permitida. Actualmente, si un padre mantiene relaciones sexuales forzadas con su hijo o hija, no irá a prisión si este o esta tiene 18 años.
Con este proyecto de ley, el país quiere salir de la lista que lo agrupaba con otras naciones que no penalizan el incesto entre familiares de primer, segundo y tercer grado. El secretario de Estado para la Infancia, Adrien Taquet, aseguró que estas deberían ser criminalizadas, incluso en los mayores de edad.
En enero de 2018, el caso de un padre y su hija acusados de incesto acaparó la atención en Estados Unidos y medios internacionales. Al nacer el primer bebé producto de la relación incestuosa, Steven Walter Pladl, de 42 años, y Katie Rose Pladl, de 20, trataron de ‘‘formalizar’' un matrimonio, pero fueron detenidos por la Policía. Ambos tuvieron que pagar una cuantiosa fianza para ser liberados.
Meses más tarde, Steven Pladl mató a su hija biológica Katie Rose Pladl, al bebé que habían procreado juntos y al padre adoptivo de la joven, posteriormente se quitó la vida. Los crímenes fueron cometidos después de que ella decidiera terminar la relación incestuosa, según las autoridades.
Al nacer su primer bebé, Steven Walter Pladl y Katie Rose Pladl, trataron de formalizar un matrimonio, pero fueron detenidos por la Policía. Foto: richmon
En varios países desarrollados no tienen normas que sancionen las relaciones sexuales entre dos adultos con un vínculo familiar directo o indirecto, lo que constituye incesto. Aunque sí existen leyes cuando uno de los involucrados resulte ser menor de edad, el cual es considerado como abuso sexual.
Carolina del Norte y Virginia son dos estados que prohíben este tipo de relaciones y las sanciona con cárcel. Quienes incurren en ellas, de ser encontrados culpables, pueden enfrentar una pena de hasta 10 años de prisión. A excepción de Nueva Jersey y Rhode Island, en los otros estados de EE. UU. el incesto es castigado por la ley.
En este país europeo el incesto no está tipificado como delito, aunque no está permitido el matrimonio civil entre adultos con vínculo familiar hasta el tercer grado colateral: un tío o tía no puede casarse con su sobrino o sobrina.
Sin embargo, el Código Penal presume que el consentimiento de los menores de 16 años no es válido. Por lo tanto, cualquier adulto que tenga contacto sexual con un menor —da igual la circunstancia que sea— es delito y tiene una pena de entre 2 a 6 años de cárcel, según una reforma del 2015.
En Portugal, el matrimonio está prohibido hasta el segundo grado colateral: los abuelos no pueden casarse con sus nietos, ni mucho menos entre hermanos. Sin embargo, sí está permitido que los tíos contraigan matrimonio con sus sobrinos.
Actualmente, este tipo de relaciones son legales en Francia, y no se permiten solo cuando implican a menores de edad. Sin embargo, el Gobierno ha planteado prohibir el incesto por primera vez desde 1791. El secretario de Estado para la Infancia, Adrien Taquet, aseguró que estas deberían ser criminalizadas incluso en los mayores de 18 años.
“Sea cual sea la edad, no tienes relaciones sexuales con tu padre, tu hijo o tu hija”, declaró para la AFP. “No es una cuestión de edad, ni tampoco de adultos que consientan. Estamos luchando contra el incesto. Las señales deben ser claras”, agregó.
La propuesta del secretario permite, sin embargo, que los primos todavía puedan casarse. Además, se deberá evaluar si las familias reconstituidas serán incluidas en esta prohibición.
En estos tres países las relaciones incestuosas no están penadas, pero el matrimonio civil tiene restricciones.
En esta nación sí está permitido el matrimonio entre hermanastros que tengan a un padre en común; sin embargo, para llevar a cabo tal unión se debe tener un permiso especial del Gobierno.
En Holanda también está prohibido el matrimonio entre hermanos consanguíneos o adoptivos, pero no está penado con cárcel. En el caso de familiares de tercer grado (bisabuelos y bisnietos, tíos y sobrinos) y cuarto grado (tatarabuelos y tataranietos, primos), debe haber una dispensa legal para casarse.
Cabe resaltar que, en la mayoría de estos países, el incesto no es castigado siempre y cuando la relación sea consensuada entre dos adultos con facultad plena de tomar decisiones.
PUEDES VER: Mujer inicia controversial campaña para legalizar el incesto tras enamorarse de su hermano
El incesto, por sí mismo, no es un delito en Brasil. El delito específico de violación del art. 2013 del Código Penal sólo se considera como tal cuando hay violencia o amenaza grave. Las relaciones sexuales de padre e hija, con consentimiento y sin violencia, por lo tanto, como regla, no están prohibidas, informa Diário do Nordeste.
Sin embargo, cuando hay involucramiento de un menor de 14 años, existe la denominada violación en situación de vulnerabilidad (art. 2017-A, Código Penal), que se sanciona con pena privativa de libertad de 8 a 15 años.
Existe, no obstante, el Proyecto de Ley 603/21, del diputado Sanderson (PSL-RS), que de ser aprobado tipificará como delito la práctica del incesto en Brasil. El texto prevé penas de prisión de uno a cinco años para quien tenga relación sexual con padre o madre, hijo o hija, hermano o hermana e incluso abuelo o abuela, ya sea por consanguinidad o afinidad.
PUEDES VER: Incesto y poder: ADN de una tumba revela relaciones prohibidas en élites irlandesas antiguas
Carlos Welti, maestro en Ciencias Sociales de la Universidad de Chicago, explicó a la BBC que en algunos países no se castiga el incesto por un “espíritu de protección de víctimas de abuso sexual”.
El no castigarlo ayuda a que personas que sufren una relación no consensuada puedan denunciarlo con mayor facilidad, ya que no temen ser acusadas de incesto o a una posible pena de prisión.
“Hay países en que se asume que castigando la relación incestuosa no se reconoce la vulnerabilidad de los individuos que sufren una relación claramente inequitativa en relaciones de poder en el núcleo familiar”, sostuvo.
Australia es el país con los castigos más severos contra el incesto en sus leyes. En esta nación, una persona sentenciada puede pasar más de 20 años en la cárcel por ese delito.
El incesto se refiere a la actividad sexual realizada entre personas de una misma familia, por lo que legalmente no pueden casarse. En nuestra sociedad y cultura se le considera al mismo un tabú y se contemplan las diferentes variantes del mismo en el código penal bajo los delitos de violación.
Una explicación biológica de la prohibición del incesto apuntaría a que los individuos que presentan nexos sanguíneos estrechos comparten un alto porcentaje de su genoma, por lo que su unión empobrecería el pozo genético de la comunidad, o sea, disminuye la diversidad genética de las futuras generaciones, incrementando la probabilidad de enfermedades, mutaciones o taras hereditarias.