El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que su política de austeridad sea una de las causas del accidente del metro de la capital, en el que murieron 25 personas.
López Obrador consideró un acto de “mala fe e irresponsabilidad” los señalamientos de la patronal Coparmex, que vinculó el siniestro con la reducción del gasto público que promueve el oficialismo de izquierda.
El gremio empresarial aludió a la ejecución presupuestaria por parte de la alcaldía capitalina, encabezada por Claudia Sheinbaun, copartidaria del mandatario.
“El mantenimiento del metro tiene presupuesto suficiente. Lo autoriza la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. ¿Qué tiene que ver eso con la austeridad?”, cuestionó el presidente en su conferencia diaria.
A su juicio, Coparmex es parte de la oposición, a la que se refiere como el “conservadurismo, un sector muy afín a la corrupción”.
La patronal manifestó, en un comunicado, que “el llamado a la austeridad” de la alcaldía “no debe aplicarse en áreas trascendentales y de vital importancia” como el metro, pues “se ha convertido en una austeridad que mata”.
López Obrador se ha negado a entregar ayudas directas a las empresas y a contratar deuda en el marco de la pandemia. Ha aducido que su prioridad es la atención en salud y la inversión social.
Las acusaciones contra las autoridades también han llegado de uno de los sindicatos del metro, que sostiene que en octubre pasado la alcaldía ignoró una advertencia sobre daños en el elevado que colapsó el lunes.
“Los trabajadores tienen temor; no tenemos garantías”, dijo al diario Milenio Jesús Urban, dirigente de la central obrera, que exige la destitución de Florencia Serranía, directora de la empresa de transporte.