Paula García Viana. EFE
“Como las constituciones condenan el terrorismo, podríamos incluir condenas a la gran corrupción”, dijo Precht y precisó: “Vamos a proponer que la lucha contra la corrupción se incluya en la Constitución, ya que en general no está”.
El responsable del capítulo chileno de Transparency International (TI), una ONG con presencia en más de cien países cuyo objetivo es luchar contra la corrupción, insistió en la importancia de aprovechar este momento histórico para poner esta lucha sobre la mesa.
“Los chilenos tenemos la oportunidad de construirla con nuestras propias manos y voces”, recalcó, citando también como indispensables “el derecho a la información, a la privacidad y al cuidado de nuestros datos” en la creación de esta nueva carta magna.
Los chilenos votarán en abril del 2020 si desean que se redacte una nueva Constitución y, si es así, cuál debe ser la composición del equipo que se encargue de ello, solo miembros elegidos de la Cámara o con la mitad de miembros designados solo para esto. Para Precht, esto es una muy buena noticia.
“No partimos de la base de la Constitución anterior”, añadió en referencia a la vigente, aprobada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet, “sino que partimos desde cero, es una hoja en blanco”.
Este periodo, sin embargo, presenta también otros retos, relacionados directamente con el manejo de los fondos que se destinarán al proceso constituyente de esta nueva etapa.
"Muchas veces en estos casos existe la tentación de que algunos fondos se distraigan. Vamos a estar muy encima para que todos los fondos sean bien utilizados", advirtió.
Chile vive desde hace un mes en un estado constante de protestas que se han cobrado ya la vida de 23 personas, dejando hasta el momento 2.381 heridos según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile.