Durante su viaje de regreso a Roma, el papa Francisco se pronunció luego de sus polémicas declaraciones en Chile sobre el obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales.,Tras sus desafortunadas declaraciones en Chile sobre el obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales, el papa Francisco ofreció disculpas a todas las víctimas; ello, durante su viaje que lo trasladó desde Perú hacia Roma. Sin embargo, continuó asegurando que no hay "evidencias" que acusen al sacerdote chileno. “Debo pedir disculpas, porque la palabra 'prueba' ha herido a muchas víctimas… Sentir que el papa les dice en la cara denme una carta con la prueba, es una cachetada. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz”, expresó el papa Francisco. Papa Francisco, en una rara auto crítica, pide disculpa a víctimas de abuso sexual por comentarios que "hirieron a muchos" #FranciscoEnPeru #FranciscoEnChile — Reuters Latam (@ReutersLatam) 22 de enero de 2018 PUEDES VER El último mensaje del papa Francisco tras su visita a Chile y Perú En el viaje, el papa Francisco ofreció una rueda de prensa, en la que fue cuestionado por sus mensajes y actividades realizadas en su visita apostólica a Chile y Perú. Así, un periodista le preguntó "¿por qué cree más en el testimonio del obispo Barros que en el de las víctimas?", pese a que en la gran misa que tuvo en Iquique aseguró sentir "dolor y vergüenza" por los abusos cometidos contra los niños por parte de los ministros de la Iglesia Católica. Fue en ese momento en el que el papa Francisco ofreció disculpas por haber pedido "pruebas". "Se cuánto sufren. Sentir que el papa les dice en la cara ‘denme una carta con la prueba’, es un cachetada. Ahora yo me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no pensé en eso. Y esto es lo que yo puedo decirte con sinceridad. Barros quedará ahí si yo no encuentro el modo de condenarlo. Yo no puedo condenarlo si no tengo evidencias". El sumo pontífice también dijo que su error fue pedir "pruebas" cuando la palabra exacta era "evidencias", pues asegura que el caso del obispo Barros lo hizo estudiar y hasta el momento no ha hallado ninguna. "La palabra ‘prueba’ creo que es la que me jugó a mí la mala pasada. Cuando me preguntaron, primero pensé: '¿respondo o no respondo?'. Y dije: ‘sí’, porque Barros había sido obispo de Iquique, y una feligresa de él me lo preguntaba y tiene derecho a saber". Como se recuerda, Juan Barros, obispo de la región de Osorno, en Chile, llegó a la misa brindada por el Papa Francisco en el Parque O'Higgins en Chile. Las críticas en el país sureño no se hicieron esperar pues el sacerdote es acusado de encubrir los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima, quien fue castigado por cometer diversos los denigrantes actos desde 1980. Puede ver la respuesta completa del papa Francisco a continuación: Periodista: Muchas gracias por esta oportunidad de plantearle algunas preguntas sobre el viaje. Yo quería preguntarle, a propósito de su primer mensaje en Chile que fue muy duro contra los abusos, que habló de vergüenza, de comprender el dolor de las víctimas, pero el último día en las declaraciones que hizo sobre el obispo Barros hubo también una declaración en la que finalmente también intentó de mentir o de calumniar a las víctimas. ¿Por qué cree más el testimonio del obispo Barros que el de las víctimas? ¿No se traiciona un poco esa confianza hacia las víctimas que usted mismo planteó en Chile? Papa Francisco: Sobre Barros hice una sola declaración. Yo hablé en Chile, y eso fue en Iquique, al final. Hablé en Chile dos veces sobre los abusos, con mucha fuerza, delante del gobierno, que era hablar delante de la patria, y en la catedral con los sacerdotes. El discurso que dije a los sacerdotes es lo que yo siento más profundamente respecto a este caso. Ustedes saben que empezó el Papa Benedicto con tolerancia cero. Yo seguí con tolerancia cero, y después de casi 5 años de pontificado, no he firmado un pedido de gracia. (...) Ahora, el caso del Obispo Barros. Es un caso que lo hice estudiar, lo hice investigar, lo hice trabajar mucho y realmente no hay evidencia, uso la palabra ‘evidencia’ porque después voy a hablar sobre las pruebas. No hay evidencias. Después voy a hablar de las pruebas. No hay evidencia de culpabilidad, más bien parece que no se van a encontrar porque hay una coherencia en otro sentido. En base a ese no haber evidencias, yo espero alguna una evidencia para cambiar de postura, si no aplico el principio jurídico básico en todo tribunal ‘nemo malus ni si probeto’, ninguno es malo hasta que se pruebe. Y ahí está palabra ‘prueba’ que creo que es la que me jugo a mí la mala pasada. Yo dije, en español, por lo que recuerdo, estaba entrando, y una periodista de Iquique me pregunta: ‘nosotros en Chile tenemos el gran problema del obispo Barros, ¿qué piensa usted?’ y creo que las palabras que dije fueron estas. Primero pensé respondo o no respondo. Y dije: ‘sí’, porque Barros había sido Obispo de Iquique, y una feligresa de él me lo preguntaba y tiene derecho. Y dije. ‘el día que tenga una prueba, voy a hablar. Creo que dije ‘no tengo pruebas’. Creo, pero no me acuerdo, pero está registrado, lo puedes encontrar. La respuesta fue dada, el día que yo tenga una prueba hablaré. La palabra ‘prueba’ es la que me ha traicionado y generó confusión. Yo hablaría de evidencias. Y claro, entonces yo sé que hay mucha gente abusada y que no puede traer una prueba, no la tiene. Y que no puede, o a veces la tiene pero tiene vergüenza, que lo tapa y sufre en silencio. El drama de los abusados es tremendo, es tremendo. A mí me toco atender, hace dos meses, a una mujer abusada hace 40 años. Casada, con tres hijos. Esa mujer no recibía la comunión desde esa época, porque en la mano del cura veía la mano del abusador. No podía acercarse. Y era creyente, era católica. No podía. Perdón que continue en español, pero quiero ser preciso con los chilenos. La palabra ‘prueba’ no era la mejor para acercarme a un corazón dolorido. Yo diría ‘evidencias’. El caso de Barros se estudió, se reestudió, y no hay evidencias. Es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar. Y ahí si yo condenara sin evidencias o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez. Hay otra cosa más que quiero decir. Y esto lo explico en italiano. Uno de ustedes se me acercó y me dijo: ‘vio la carta que salió, y me hizo ver una carta que yo escribí hace 2 años, cuando comenzaba el problema de Barros. Esa carta la tengo que explicar, porque es incluso una carta en favor de la prudencia de como ha estado gestionado el problema Barros. Esa carta no es la narración de un hecho puntual, es la narración de más o menos 10-12 meses. Cuando explotó el escándalo Karadima, un hombre… todos conocemos cuál es su escándalo, se empezó a ver cuántos sacerdotes que fueron formados por Karadima fueron abusados o fueron abusadores. Hay en Chile 4 obispos a los cuales Karadima envió al seminario. Una persona de la Conferencia Episcopal sugirió que estos obispos, tres, porque el cuarto estaba muy enfermo, y no estaba a cargo de una diócesis, pero tres estaban a cargo de una diócesis. Si quizás era mejor que estos obispos renunciaran, diesen su dimisión, se tomaran un año sabático, y después, pasada la tormenta, para evitar acusaciones, porque son buenos obispos, bravos. Y como Barros llevaba ya 20 años de obispo, estaba por terminar el obispado militar… primero fue auxiliar de Valparaíso, después Obispo de Iquique, después Obispo militar por casi 10 años. Tiene casi 20 años de obispo. Le la dimisión a él quizás y generosamente la dio. Vino a Roma, y dije ‘no’, así no se juega porque esto es admitir culpabilidad previa. Y en cada caso, si son culpables, se investiga. Y yo lo freno. Cuando fue nombrado y siguió adelante todo este movimiento de protesta, él me dio la renuncia por segunda vez, y le dije ‘no’, tú vas. He hablado largo rato con él. Otros hablaron largo rato con él. Y vas. Y vosotros sabéis lo que pasó el día de la toma de posesión y todo eso. Se continuó a investigar sobre Barros, no vienen las evidencias. Y esto es lo que quise decir: no puedo condenarlo, porque no tengo las evidencias, aunque yo estoy convencido de que es inocente. Paso a un tercer punto, ¿qué sienten los abusados? Y con esto debo pedir disculpas, porque la palabra ‘prueba’ ha herido, ha herido a muchos abusados: ‘ah, ¿yo tengo que ir a buscar la evidencia de esto?’. No. Es una palabra de traducción del principio legal es herida…. Y les pido perdón si les he herido sin darme cuenta. Es una herida sin quererlo. Y a mí esto me causa tanto dolor porque les recibo a ellos… en Chile los he recibido… dos se saben, y hubo otros más escondidos. En Perú no. En cada viaje siempre hay alguna posibilidad. Han sido publicadas las de Filadelfia, y otras tres fueron publicadas. Otros casos no. Se cuánto sufren. Sentir que el Papa les dice en la cara ‘denme una carta con la prueba’, es un ‘schiafo’. Ahora yo me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no pensé en eso. Y entiendo, como dice el apóstol Pedro en una de sus cartas, un incendio que se ha provocado. Y esto es lo que yo puedo decirte con sinceridad. Barros quedará ahí si yo no encuentro el modo de condenarlo. Yo no puedo condenarlo si no tengo evidencias. Y hay muchos modos de hacer llegar una evidencia. Me dicen que después de la turbulencia de Barros y del Sodalicio tenemos una meteorológica. Yo me quedaría aquí. En el caso de Barros no hay evidencias. Empezó quizás con esa mala decisión de la renuncia y se lo empezó a acusar. Pero de abuso no hay evidencias. Sí, sí, pero es un abuso también, ¿no? Encubrir abusos es un abuso. No, no hay evidencia. Por eso, lo mejor es que el que cree que es así, que aporten evidencias rápido. Si honestamente creen que es así. Yo en este momento no creo que sea así, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto a recibirlas.