Con apenas 25 años, Luz Valencia Chávez fue designada como candidata al Congreso. Su padre, un simpatizante de izquierda, es su principal influencia en política. De ser electa defenderá la unión civil y el derecho de la mujer al aborto. También de aquellas minorías que sufren discriminación.,Yéssica Condori Gonzáles Ser candidata al Congreso no estaba entre los planes de Luz Valencia Chávez. Cuando recibió la propuesta estaba buscando trabajo. En diciembre de 2015, los simpatizantes del Frente Amplio la eligieron como su candidata, con apenas 25 años (edad mínima para postular). PUEDES VER: Adolfo de Córdova: "mi amigo, el presidente García" La dirigencia del Movimiento Sembrar, integrante de la coalición, la inscribió casi contra su voluntad al proceso de elecciones internas. “...Les dije que no al inicio. Tenía 24 años cuando me hicieron la propuesta. Además, tampoco tenía dinero para solventar una candidatura”. Su incursión en política es reciente. Empezó en la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, donde cursó estudios en la Escuela de Ciencias de la Comunicación, graduándose de bachiller en 2014. Su locuacidad y actitud confrontacional la llevó a ser delegada de clase, presidenta de Centro Federado y Consejera de Facultad. Formación de izquierda La aspirante al parlamento es hija de dos ingenieros pesqueros. Su padre, el profesor universitario Quitero Valencia, es la mejor referencia en política que tiene. Por él, su inclinación en política es a la izquierda. El primer libro que leyó, comenta Luz, era sobre el líder del Partido Comunista Chino, Mao Tse Tung. "Mi papá es muy respetuoso de mis decisiones. Eso lo valoro mucho”, resalta. Un episodio amargo y donde recibió el apoyo de su progenitor fue cuando la intervinieron en una protesta contra la Ley Universitaria. “Me asusté mucho, nunca fui detenida y lo primero que hice fue llamar a mi papá desde el patrullero. Cuando salí de la comisaría, él me dijo que me iba a llevar a casa pero regresé a seguir protestando. Él entendió y me dejó”. Defiende causas La educación de casa colisionó con la formación escolar que tuvo la candidata. Durante diez años, la postulante del Frente Amplio estudió en el colegio Corazón de María, dirigido por la congregación religiosa de las Hermanas del Buen Pastor. Con el paso del tiempo empezó a cuestionar las creencias que impartían las monjas. - ¿Fue difícil para ti estudiar en un colegio religioso? - De niña, no. En la secundaria sí. Trataba de respetar las normas. Lo más difícil fue decir amén a todo. Nuestra educación está hecha para obedecer. Tenía bastantes cuestionamientos. Les preguntaba a las profesoras por qué una mujer no puede consagrar el pan y el vino. Ellas intentaban que entendiera pero sus explicaciones no eran razonables. - ¿Pensaste en ser monja? Jamás. Como resultado de esa rebeldía dogmática, hoy defiende las causas de minorías. La número dos del Frente Amplio está a favor del aborto en caso de violación sexual y la unión civil entre personas del mismo sexo. Además está en contra del acoso callejero. “En el Frente Amplio creemos que tenemos que luchar contra todo tipo de discriminación. Yo me considero una persona diversa”, indica. - ¿A qué te refieres con ser diversa? Soy bisexual. Mis parejas han sido varones y mujeres. Miedos Este no es el único miedo que le ha tocado superar a la Benjamín de los candidatos al Congreso por Tacna. Al inicio su preocupación era la falta de dinero para pagar los gastos de la campaña. Con la colaboración de sus compañeros de universidad y la militancia del Frente Amplio, ha colocado algunos banners y distribuido volantes. "En Tarata tengo un banner grande que me regaló la gente del partido. En total tendré cinco en todo Tacna”, precisa. - ¿Qué piensas ahora de la política? Lo que yo imaginaba cuando postulaba como precandidata no es nada en comparación a lo que estoy viviendo ahora. Creo que esto (la campaña) saca lo peor de las personas. Aun así voy a continuar.