La muerte de un amigo muy cercano a su familia motivó a Jack Andraka a buscar una forma de detección temprana para el cáncer de páncreas. La colaboración de un médico del Johns Hopkins School of Medicine le permitió al jóven hacer un gran aporte para la ciencia. , Jack Andraka llevaba brackets y los cachetes típicos de los que están pasando a la adolescencia cuando comenzó a investigar sobre el cáncer de páncreas. Terminaba el año 2011 y un gran amigo de sus padres, uno al que Jack llamaba "tío", había muerto en cortísimo tiempo desde que le diagnosticaron esa enfermedad. El joven de 15 años, nacido en el estado de Maryland (Estados Unidos), no podía entender por qué la ciencia no había podido hacer más por el amigo de la familia, por qué su "tío" había muerto en tan poco tiempo, por qué ni siquiera había tenido la oportunidad de recibir algún tipo de tratamiento. La única respuesta médica que obtuvo fue que el cáncer de páncreas era uno de los más difíciles de detectar y, por tanto, usualmente, cuando esto ocurría, la enfermedad se encontraba en un estado tardío y las posibilidades de sobrevivencia eran casi nulas. De apenas un dos por ciento. Eso debe cambiar, debe haber pensado Jack cuando comenzó a devorar toda la información que hallaba sobre al cáncer de páncreas. Los pacientes que desarrollaran esta enfermedad debían tener al menos una oportunidad para enfrentarla y para ello era necesario encontrar algún test que permitiera hacerlo tempranamente. Jack se tomó la misión en serio y comenzó a dedicarse a ella a tiempo completo, incluso a escondidas de los profesores, mientras recibía clases en la North County High School. El joven, ahora de 19 años, ha contado que en una de sus clases de Biología, ocurrió la gran coincidencia que encaminó su búsqueda: mientras el muchacho revisaba una edición de la revista Science sobre los nanotubos de carbono (unas estructuras con un grosor equivalente al 0,00002 por ciento del cabello humano que transmiten electricidad), su profesor explicaba cómo los anticuerpos se combinaban con determinadas proteínas en la sangre y cómo, por ello, ciertas proteínas sirven como "marcadores bioquímicos" para la detección de ciertas enfermedades. Jack indagó e indagó en todos los papers médicos a los que Google le permitía ingresar sobre la bioquímica cancerígena y el uso de los nanotubos en el diagnóstico de enfermedades neoplásicas. Luego de muchas noches de desvelo, escribió unos 200 correos electrónicos a distintos profesores de Johns Hopkins University y del National Institute of Health solicitando ayuda en el uso de su laboratorio con un plan, un presupuesto y una fecha límite para el proyecto. Recibió una sola respuesta positiva. El doctor Anirban Maitra, profesor de Patología y Oncología, y de Ingeniería Química Biomolecular en el Johns Hopkins School of Medicine aceptó trabajar en el proyecto junto al muchacho y el resultado fue un test de diagnóstico para el cáncer de páncreas, similar a las tiras reactivas que utilizan los diabéticos. El nuevo test utiliza la presencia de una proteína llamada mesotelina, que se dispara en cuanto una persona tiene cáncer pancreático en su forma inicial, para diagnosticar la enfermedad en cinco minutos, con un 90 por ciento de precisión y a un costo de apenas 3 céntimos de dólar, contra los 600 dólares que cuestan los análisis actuales. El proyecto de Jack Andraka y el profesor Maitra (también aplicable para casos de cáncer de mamas y de pulmón) ya tiene una patente y está en búsqueda de un laboratorio para ser comercializado, pero antes debe terminar algunas etapas de pruebas. Debido a su investigación, Jack ha recibido importantes reconocimientos como el Premio de la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología 2012 de Intel (Intel Science Fair), el premio Gordon E. Moore, el Premio Giuseppe Scaccia, entre otros, y ha sido felicitado por el propio presidente Barack Obama. El joven, que hoy divide su tiempo entre sus cursos preparatorios en la Universidad de Stanford y charlas alrededor del mundo, visitó Chile este fin de semana para participar en la conferencia Future Health Now de innovación en salud. En una entrevista al diario The Sun, el profesor Maitra dijo que el mundo debe esperar mucho de Jack, a quien no dudó en llamar "el Einstein de nuestros tiempos".