Heridas que no cicatrizan. Nuevo plan nacional apunta a mejorar la atención a las víctimas de este flagelo. En el 2016 se reportó una muerte y varias fugas de los centros de atención residencial. Hay deficiencias que deben corregirse. Aquí les presentamos algunos testimonios y cifras alarmantes.,El drama de las víctimas de trata no termina al ser rescatadas,El drama de las víctimas de trata no termina al ser rescatadas,“Pensaba que me estaba volviendo más loca allá adentro. Cada vez que pensaba, sentía que estaba en una cárcel. Los primeros días me quería ir de ahí porque no me gusta estar encerrada. Quería salir y estar como antes, aunque afuera nadie está segura”. Aunque resulta difícil creerlo, testimonios como el de ‘Juana’ reflejan lo que es la vida en los Centros de Atención Residencial (CAR), adonde son enviadas las menores rescatadas de la trata de personas. PUEDES VER Nuevo Plan Nacional Contra la Trata de Personas busca atender al 80% de víctimas La situación de encierro que deben afrontar durante los meses posteriores a su rescate, antes que ayudar a combatir la llamada ‘esclavitud del siglo XXI’, parece convertirla en un ‘mal menor’ para sus víctimas, que a veces regresan y prefieren ser explotadas y abusadas antes que permanecer en estos centros. “Yo trabajé en un bar de ‘La Pampa’, estuve tres meses y junté algo de dinero. No me gustaba lo que hacía, pero podía ahorrar. Después de un operativo, me llevaron al CAR de Mazuko y no soporté ni una semana ahí. Me escapé porque parábamos encerradas y a veces comíamos lo mismo dos días seguidos”, revela ‘Cindy’, una joven natural de Cusco que hoy radica en Puerto Maldonado. ‘Cindy’ también comenta sobre la historia de otra menor que sufrió una hemorragia en el albergue y estuvo a punto de morir, debido a que carecían de ambulancia o algún vehículo para transportarla. “Esa fue otra razón para escapar. Si no era por una compañera que pagó 180 soles a un taxi para llevarla a un hospital, ella se moría”, refiere. Otro detalle al que ‘Cindy’ no da mucha importancia, pero vaya que importa, son los tratos que recibía del personal asistencial. Para ella, las palabras bruscas y los juzgamientos resultan normales, pero no deberían serlo en un CAR donde se atiende un problema tan delicado. “Me decían, ‘si estás acá es por tu culpa, porque eres una rebelde y una put...’”. Durante nuestra estadía en Madre de Dios, La República solicitó una visita al CAR de Mazuko a fin de recibir una respuesta a estos testimonios y recoger otros. Sin embargo, no obtuvimos el permiso del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), encargado de estos centros. El sistema no funciona Según la investigadora social Carmen Barrantes, autora del informe ‘Protegidas o revictimizadas: alerta nacional sobre el modelo de gestión en los CAR de víctimas adolescentes de trata de personas’, tres de cada diez menores (30%) que llegan a estos refugios escapan y vuelven a caer en manos de los tratantes. Para Barrantes, el problema radica en el propio sistema de atención que, según asegura, revictimiza a las víctimas sin alcanzar su principal objetivo: la readaptación social. Según su apreciación, se requiere con urgencia cambiar el enfoque, empezar a tratar a las rescatadas “como sujeto de derecho y no solo como objeto de protección”. “La mayoría (de víctimas) son captadas por redes de explotación sexual, que les ofrecen el ansiado progreso económico que no tienen en sus hogares. Ellas, como toda persona, tienen sueños y proyectos de vida que parecen inalcanzables en sus lugares de origen. Los CAR adonde llegan no les brindan las oportunidades que esperan”, refiere. Su investigación, publicada a fines de 2016 por la ONG Terre des Hommes Suisse (Tierra de Hombres Libres), no solo reveló los graves problemas que afrontan los CAR en todo el país, sino que llamó la atención de las autoridades. Solo ese año se registró en estos centros una denuncia por violación sexual, una muerte (presunto suicidio) y dieciséis evasiones de adolescentes que no soportaron el estado de encierro y prefirieron volver con los tratantes. El informe de Barrantes también denunció la ausencia de profesionales adecuados en estos centros, la infraestructura precaria con espacios reducidos que las víctimas de trata deben compartir con otros menores y la falta de recursos y programas bien elaborados para lograr su reinserción social. El problema sigue sin solución. Nuevo plan nacional Con la reciente aprobación del Plan Nacional Contra la Trata de Personas 2017-2021, se anunció que la atención y reintegración de las víctimas de este delito será el eje central de los esfuerzos coordinados por diversos sectores. No obstante, son varias las preguntas que saltan, principalmente en el tema presupuestal. Miguel Huerta Barrón, director General de Seguridad Democrática del Ministerio del Interior (Mininter), entidad que lidera la Comisión Multisectorial Contra la Trata de Personas, señala con entusiasmo, que el presupuesto asignado a su sector será de 7 millones 500 mil soles. Sin embargo, esos recursos no están destinados precisamente a la atención de las víctimas. Aunque Huerta indica que el presupuesto será dividido entre la Dirección de Investigación de Delitos de Trata de Personas (Dirintrap) y la Dirección de Seguridad Democrática del Mininter, encargada de la coordinación, seguimiento y evaluación del cumplimiento del Plan Nacional, los CAR y las víctimas siguen siendo responsabilidad del MIMP. “El presupuesto del Mininter es importante para la lucha contra las bandas criminales. En ese sentido, el trabajo que viene realizando con el Ministerio Público está dando sus frutos con las capturas y primeras sentencias. Pero el problema más urgente es el de las víctimas y nadie se pronuncia al respecto”, comenta Carmen Barrantes. Silencio que preocupa Sobre esta duda, intentamos comunicarnos con algún funcionario o vocero del MIMP, pero nos advirtieron que el encargado se encontraba fuera y que podría atendernos la próxima semana. Ante nuestra insistencia, accedieron a responder dos preguntas puntuales: 1) ¿Qué rol cumple el MIMP en la lucha contra la trata de personas según el nuevo plan nacional? y 2) ¿Existe un presupuesto asignado o alguna propuesta para cubrir la atención de las víctimas rescatadas? Solo nos respondieron la primera: “Tiene acciones compartidas con los demás sectores del Estado, los gobiernos regionales y locales para garantizar la gestión, adopción e implementación de políticas públicas orientadas a enfrentar el problema de la trata de personas”. Ojalá pronto también tengan respuestas para las víctimas de trata. Incluirán la trata de personas en planes de seguridad ciudadana Miguel Huerta Barrón, secretario técnico de la Comisión Multisectorial contra la Trata de Personas, informó que este delito será incluido en los planes de seguridad ciudadana en cada localidad del país, como estipula el nuevo Plan Nacional 2017-2021. “Esto se debe ejecutar de forma progresiva. Es decir, hasta el 2018, el 30% de los planes municipales y el 20% de los planes regionales de Seguridad Ciudadana deberán incluir acciones contra la trata de personas”, señaló. Asimismo, explicó que al 2021 el 70% de los planes municipales y el 60% de los planes regionales de Seguridad Ciudadana deberán tener estrategias para combatir este flagelo. “Por primera vez, la trata de personas es considerada un problema de seguridad ciudadana”, refirió. Finalmente, agregó que en el objetivo estratégico N° 1 del plan se demanda el fortalecimiento de la articulación en los tres niveles de gobierno de las instituciones integrantes de la Comisión Multisectorial. Así, al 2018, al menos 30% de comisiones, mesas o redes regionales deberán contar con planes aprobados y alineados al Plan Nacional. No se puede avanzar sin presupuesto Balbina Cárdenas Promsex La parte positiva del nuevo Plan Nacional es que han incorporado el enfoque de género, de derechos humanos y de interculturalidad. Además han incluido a la comunidad LGBTI, grupo vulnerable que también sufre el fenómeno de la trata. El problema es que seguimos teniendo un vacío en el tema presupuestal. Se menciona que el presupuesto lo tiene que colocar cada sector en su plan operativo institucional, que se elabora a fines o comienzos de año. Esto me hace pensar que no vamos a tener un presupuesto para el 2017 y no se va a avanzar en muchos sectores, porque los presupuestos se elaboran de acuerdo al historial de atenciones y si este año no hay, ¿cómo se va a elaborar el del año siguiente? Y no solo es el Ministerio de la Mujer, que se encarga de los centros de atención residencial para las víctimas, también hay un vacío enorme en el sector Salud y Educación, que trabajan de la mano. Muchas víctimas sufren serios problemas de salud mental que deben atenderse con urgencia y no se está haciendo esta labor.