Resacas del desastre. Desde el lado aprista, Mauricio Mulder exige la renuncia de la dirigencia; en el PPC, no saben cómo romper el entrampamiento entre sectores enfrentados., La derrota electoral de la Alianza Popular, integrada por el Apra y el Partido Popular Cristiano (PPC), ha llevado a que ambas históricas agrupaciones revalúen su futuro. El camino que viene, de acuerdo con los dirigentes consultados, no es nada sencillo. PUEDES VER: Panamá Papers: Luis Raygada aparece involucrado con firma Mossack y Fonseca Ayer circuló una carta del congresista Mauricio Mulder en la que exige la renuncia de los dos secretarios generales apristas, Jorge Del Castillo y Omar Quezada. También de los miembros de la comisión política, del Comité Ejecutivo Nacional y de los secretarios generales regionales. El 2011, Mulder renunció a la comisión política por los pésimos resultados de entonces. Siguió asistiendo invitado por el ex presidente Alan García. Dejará de hacerlo. Mulder le dijo a este diario que el Apra no atraviesa por una crisis, que es “de rutina” que los dirigentes de un partido pongan sus cargos a disposición si los resultados electorales no son los esperados. Pero lo que sí se percibe en el Apra es confusión. Dirigentes admitieron que el golpe recibido el domingo pasado es el “más fuerte”. Las expectativas empezaron altas. Luego, con el desarrollo de la campaña, los augurios iniciales se fueron diluyendo. “El 10 de abril despertamos y entendimos que el discurso de obras con seguridad no bastaba. Este discurso más pragmático, de centro derecha, que viene desde el 2006, nadie lo cuestionó abiertamente”, sostuvo el ex viceministro Javier Barreda. Este lunes, confirmaron los dirigentes consultados, habrá una reunión para evaluar los resultados electorales. Y habrá dos temas sobre la mesa: la realización del congreso nacional para elegir a las nuevas autoridades (los cálculos más optimistas señalan que este podría celebrarse entre setiembre y octubre) y la posición del partido frente a la segunda vuelta. No es seguro qué decisión se tome sobre el 5 de junio. Según Mulder, elegir entre Fujimori y Kuczynski es “casi lo mismo”. Barreda, en cambio, fue enfático: “El Apra no tiene futuro si en la segunda vuelta se toma una posición ambigua frente a Keiko Fujimori”. Listas paralelas Si en el Apra el descalabro electoral se traduce en confusión y en exigencias de renuncias, en el otrora aliado, el PPC, la cosa transcurre por un camino similar. Acá hay que recordar lo que ocurrió el año pasado. En medio de un enfrentamiento entre Raúl Castro Stagnaro (presidente en funciones) y un sector opuesto a su gestión, el partido optó por aplazar la renovación de los dirigentes nacionales para enfocarse en las elecciones generales. Al menos con la inscripción salvada (aunque sin ningún congresista electo) el PPC debería completar el proceso. El problema es que la disputa entre Castro Stagnaro y el sector llamado “reformista” derivó en la conformación de dos tribunales electorales que, a su vez, validaron la elección de dos listas diferentes de dirigentes con derecho a voto en el congreso nacional. Sin acuerdo sobre cuál es la lista legítima, será imposible que se lleve a cabo la elección. El martes hubo una reunión en la que participaron, entre otros, el propio Castro Stagnaro y uno de sus más severos críticos: Alberto Beingolea. No corrió sangre, aunque tampoco hubo acuerdo. La República confirmó que Beingolea desea postular a la presidencia pepecista, acompañado por Marisol Pérez Tello como secretaria general. Mauricio Mulder: “Es hora de las nuevas generaciones de apristas” Mauricio Mulder escribió lo siguiente en su carta difundida ayer: “Echarnos las culpas unos a otros no resuelve nada. Tampoco los actos de demagogia en los que cada uno se pinta a sí mismo como gran soldado del partido. ¿Acaso la pugnacidad constante y las peleas entre compañeros no tienen mucho que ver en nuestro anquilosamiento? ¿Acaso el pedigüeñismo o el amarre con ofrecimiento de puestos para generar adhesiones no ha roto gran parte de la mística del trabajo voluntario?”. Y añade: “Es hora de las nuevas generaciones. Hora del ascenso de jóvenes compañeros que estén dispuestos a poner a prueba su temple, su perseverancia, su lealtad partidaria, su formación política”.