Son tiempos de candidaturas y presidencias tembleques. Antes y después de las elecciones, los rivales elaboran perspectivas y estrategias para tumbar al enemigo. Los EEUU y Francia son hoy los casos más claros de confrontación más allá del conteo en una democracia electoral. Tres libros de éxito, básicamente instantáneos, lo vienen demostrando en estos meses. The Case for Impeachment (Nueva York, Harper Collins, 2017) de Allan J. Lichtman argumenta que Donald Trump puede ser cesado en el cargo, y traza el camino político por el cual esto se podría materializar. Temprano en la campaña el profesor de historia Lichtman predijo que Trump sería el vencedor, y ello le valió una nota de felicitación del candidato. Pero un Trump entusiasmado al parecer no leyó la predicción completa, que incluía el convencimiento de Lichtman de que el nuevo presidente sería cesado. Ahora en 290 páginas Lichtman recorre la historia de los ceses presidenciales en los EEUU y explica la manera en que Trump desde ahora pertenece a esa lista. Una de sus claves de fracaso es el manejo de sus relaciones con la prensa. What We Do Now (Nueva York, Melville House, 2017), que reúne textos breves y puntiagudos de casi 30 celebridades de la política, como Elizabeth Warren, Bernie Sanders o Paul Krugman, es un manual político para no ser apabullado por la presidencia de Trump. Sus 210 páginas proponen una resistencia en base a la defensa de principios y valores liberales de estos tiempos. El libro funciona como una combinación de breviario levantador del ánimo, en la línea de que no todo está perdido, y guía práctica para la acción, área por área. Los temas van desde la justicia racial hasta los medios, pasando por inmigración, cambio climático o derechos LGBTQ. El libro ha sido descrito como un apasionado manifiesto, y por partes lo es. Le séisme. Marine Le Pen Présidente (Robert Lafont, París, 2016) del sociólogo Michel Wieviorka es un libro futurista al que se le está acabando una parte del futuro. Pero sus descripciones de un sismo político Le Pen son de una gran exactitud, y funciona mejor que la profecía de Michel Houellebecq en Submissión (Flammarion, París, 2015), sobre un hipotético presidente islámico.