Fujimorismo en contra de derechos de personas LGTB.,El fujimorismo ha evidenciado, otra vez, su conservadurismo creciente con una respuesta homofóbica justificada con una leguleyada. Al amparo de las facultades que le delegó el congreso, el gobierno promulgó el D.L. 1323 que endurece las penas para el feminicidio y violencia de género y familiar, pero la comisión de Constitución lo objetó y recomendó su modificación, a partir de un informe preparado con la participación de la fujimorista Úrsula Letona. El presidente de la comisión, el fujimorista Miguel Torres, señaló que la objeción al D.L. 1323 radica en que el tema de ‘identidad de género’ no fue materia de las facultades delegadas, y que el sentido de la modificación radicaría en que la normatividad vigente ya incluye la intolerancia y la discriminación a manera de agravantes de delitos como el homicidio, lesiones o agresiones protegiendo con ello a todo ser humano. En opinión de esta modesta columna, Torres deja de lado que los sectores vulnerables de la población requieren un trato especial en la ley. El gobierno, a través de la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, ha defendido la constitucionalidad del decreto legislativo, así como el hecho de haber estado comprendido en las facultades otorgadas por el congreso. El constitucionalista Samuel Abad, del estudio Echecopar, indica que el D.L. 1323 sí estaba incluido en la delegación, ya que la violencia de género enmarca los conceptos en discusión (‘orientación sexual’ e ‘identidad de género’), pero la fujimorista Letona –que trabajó en el mismo estudio pero, por lo que se ve de su desempeño parlamentario, casi como que ni hubiera pasado por ahí– cree que no es así y que el Ejecutivo se ha excedido. Abad es concluyente, pues cree que lo que ha hecho el fujimorismo es “una excusa para despenalizar los crímenes contra las personas LGTB”. Eso es lo que parece. El fujimorismo está siendo utilitario a un conservadurismo creciente con olor a naftalina, como se indicó ayer en esta columna. “La actitud homofóbica viene de Keiko Fujimori”, señaló el congresista Javier de Belaunde. Vamos a ver qué hace, finalmente, el fujimorismo. Pero, por si interesa, ayer el congresista fujimorista Kenji Fujimori escribió en El Comercio que votará en contra de su partido en los temas de la protección de los derechos de género y de la libertad de prensa con el fin de demostrarles a los jóvenes que “no es cierto que la política sea una cloaca donde solo se negocia intereses (…) la política no tiene que ser un basural despreciable”. Tiene razón el hermano de Keiko.