El ingreso de las cámaras de TV al desayuno de los candidatos es tradicional. Es la oportunidad para que los electores les echen una última mirada, que ningún político desperdicia. Este año veremos, por supuesto, chicharrones como cancha, y también algunos productos típicos del sur andino. Nada de cajas de cereales o indicios del desayuno continental. Estos desayunos generalmente son en familia y con un par de íntimos de la campaña. Hay un arte de presentar una mesa agradable, pero a la vez austera. El grupo debe verse lo más campechano posible. Cuando no está declarando, el candidato debe estar sirviéndoles cosas a los demás. Un obvio símbolo de lo que será su tarea durante cinco años. Hay más de un símbolo en esto. El candidato que estuvo recibiendo platos por todo el país como señal de aprecio finalmente presenta, que en este caso equivale a decir comparte, su propia comida. De paso muestra la armonía matinal de su propia familia, en el entendido de que todos sus miembros van a votar por él. En el caso de algunos candidatos es importante buscar una esquina poco vistosa de la casa. En el pasado algunos han preferido un local público de corte popular. Pues si es cierto que muchos votos se deciden en el último instante, la semiótica de ese desayuno es clave. Después de todo, va a ser la última imagen electoral que muchos llevarán a las urnas. A esta hora ya es tarde para dar consejos, pero cabe hacer notar que un exceso de austeridad puede ser contraproducente. No solo porque pone a prueba nuestra fe. Sino porque como todo voyeur, siempre nos gusta ver algo que también nos atraiga a nosotros. ¿Afecta nuestro voto ver al candidato desayunando algo que no nos gusta? Mejor no saberlo. Como el candidato no puede hacer campaña esta mañana de domingo, parece casi inevitable que se refiera al desayuno mismo. Esta es una trampa que lo hace parecer soso y redundante. Pero peor todavía es decir que así desayuna la familia todos los domingos del año. Lo mejor es invitar al periodista a sentarse para comentar él mismo lo que está servido. Esto abreviará mucho la complicada sesión.