La actriz que regresó de Colombia para continuar su carrera, cuenta que se separó del padre de su segundo hijo.,Hace más de un década, Andrea Montenegro agarró sus maletas, dejó la imagen de ‘chica rebelde’ y se fue a Colombia. Una vez allá, trabajó como instructora de yoga, se convirtió en madre y participó en producciones. “Pude desarrollarme sin tener esa presión de ser un personaje público. Allá tampoco era que quería la popularidad, era feliz con que me llamen para una telenovela de vez en cuando”. PUEDES VER: Dorita Orbegoso admite ser la chica del video íntimo Antes de unirse a la telenovela ‘Mis tres Marías’, Andrea coqueteó con regresar al Perú, primero como conductora y luego la vimos por el estreno de la cinta ‘Lusers’. “Tenía ofertas pero tenía a mi bebé muy pequeño. Le tengo mucho miedo a abordar una telenovela de seis meses. Dejar de estar presente en la vida de mis hijos, para mí es una decisión bien seria”. Se queda en Lima Andrea se separó del padre de su hija –en buenos términos– y ya está instalada Lima. Dice que no le preocupa (ni le preocuparon)las cámaras. “Allá la gente no se escandaliza tan fácil. No digo que en Colombia no cambien de parejas las actrices, sino que, no es tan importante. Si hubiera sido gay, yo hubiera salido a decirlo: ‘si me ven con una chica no se escandalicen, no jodan’. Nunca tuve problemas, no me oculté, me tomaba los tragos en la cara de todo el mundo”. ¿Estás sola con tus hijos? Sí, estoy separada, pues, con su cuota de dolor, pero bien. Somos ‘patas’, muy cercanos por nosotros, por los niños. ¿Si pienso que los personajes te escogen? Sí, siento que uno los llama y en ‘Mis tres Marías’, mi personaje es una madre que se ve muy abrumada por las situaciones adversas. No digo que este viviendo lo mismo, pero... ¿Pero la separación tiene que ser siempre un fracaso? No. Siempre digo que son vivencias, experiencias y que finalmente la separación es una opción muy válida. Quisiéramos estar listos para perdonar absolutamente todo y salir adelante, pero hay cosas que no son tan fáciles de cambiar. Igual, el padre de mi hijo y yo, seguimos conectados, vive en mi hijo, así que, el que desaparezca de mi vida es imposible. Aferrarse nunca es una solución y en mi caso es peor(creo que)hay mucho sufrimiento alrededor, frustración. Y bueno, respeto su deseo de estar solo y que él respeta mi deseo de estar en otro país.