La oposición abuchea a Dilma Rousseff en el Parlamento

Brasil. La presidenta ensayó un gesto político de buena voluntad, pero la oposición aprovechó la oportunidad para armar un cargamontón y amenazar con un "año difícil"., Manuel Pérez Bella. EFE El Congreso dio un duro recibimiento a la presidenta Dilma Rousseff, en su sesión inaugural del año, con abucheos y amenazas de nuevas "dificultades" añadidas a las ya turbulentas relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo. PUEDES VER: Dilma Rousseff sobre el zika: "Estamos perdiendo la lucha contra el virus" La participación de Rousseff en la ceremonia fue un gesto de acercamiento al Congreso, después de haber vivido el año pasado hostilidades crecientes con ambas Cámaras legislativas, porque en años anteriores la jefa de Estado siempre delegó esa tarea en uno de sus ministros. Los abucheos inundaron varias veces la sesión plenaria, que reunió a todos los integrantes de la Cámara de los Diputados y el Senado, en una forma de protesta de la oposición ante la propuesta de Rousseff de crear un nuevo impuesto que el Gobierno considera necesario para corregir el déficit. “Crisis en alza” El presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, quien está enemistado con Rousseff, recordó en su discurso las tensas relaciones entre el Gobierno y el Congreso el año pasado, advirtió que "la crisis" está "en alza" y dijo que 2016 "será un año difícil". No obstante, Cunha no citó la cuestión que llevó el año pasado la crisis política a su cenit: el inicio de los trámites en la Cámara Baja para promover un juicio político con el que despojar de su mandato a Rousseff. Los trámites del juicio político, que se basa en unas maniobras irregulares supuestamente realizadas por el Gobierno para maquillar sus resultados fiscales, empezaron el pasado diciembre, pero el proceso fue suspendido por orden del Tribunal Supremo por haber detectado "errores de procedimiento". Cunha ha anunciado que pretende volver a impulsar el proceso en las próximas semanas, con el propósito de que la Cámara de los Diputados decida si juzga a Rousseff o no hasta el próximo mes de marzo. En la sesión inaugural del Congreso, el presidente del Senado, Renan Calheiros, fue la única autoridad que hizo un gesto amistoso hacia la mandataria, pues afirmó en su discurso que la decisión de Rousseff de participar en la ceremonia "es una demostración de quien busca el diálogo y soluciones". Rousseff decidió acudir a la ceremonia para pedir apoyo a los diputados y senadores para aprobar las leyes de perfil económico que pretende impulsar el Gobierno con el objetivo de sacar el país de la recesión. Precisamente una de esas medidas, la propuesta de un nuevo impuesto para gravar todas las transacciones financieras, provocó las respuestas más airadas. Los opositores abuchearon a la mandataria y también mostraron carteles contra ese impuesto, con el que calcula que podrá recaudar unos 2.500 millones de dólares anuales. La OAS y el “depa” de Lula El ingeniero y empleado de la empresa OAS Igor Pontes, que siguió de cerca las remodelaciones realizadas en el departamento que está siendo investigado y cuya opción de compra pertenecía a la familia de Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que es posible inferir que la obra estaba siendo hecha de acuerdo con el gusto del ex presidente, según personas que tuvieron acceso a la declaración del ingeniero. El ingeniero Armando Magre, socio de la empresa Talento Constructora, contratada por OAS para realizar la obra en el apartamento (un triplex), afirmó en diciembre ante fiscales que Pontes lo llamó para hacer la remodelación. Magre fue señalado por testigos que declararon ante la fiscalía del estado de São Paulo, que también investiga el caso, como el principal vínculo entre la familia de Lula y la constructora OAS, que realizó la remodelación de la unidad 164A, que le es atribuida al ex presidente. Por esa razón, es visto como testigo central para el avance de la investigación. Claves Rousseff también aprovechó para pedir que se castigue "con rigor" a los responsables de actos de corrupción, en alusión al escándalo que tiene en su eje a Petrobras y por el que son investigados medio centenar de diputados y senadores. Cunha se está enfrentando asimismo a un juicio político que le puede costar perder su escaño debido a su implicación en el escándalo.