Marcela Huaita Alegre, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.,La violencia y la desigualdad son dos situaciones que limitan el desarrollo de la mujer en el país. Cada año, el número de feminicidios crece y las acciones orientadas a frenar esta realidad parecen no tener resultados concretos. Ante ese panorama desolador, la ministra Marcela Huaita hace el siguiente balance. PUEDES VER: 822 víctimas de feminicidio dejan huérfanos a casi un millar de menores de edad ¿Cuál es el presupuesto con el que cuenta el Ministerio de la Mujer para enfrentar el feminicidio en el país? El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables asigna al Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual un presupuesto para combatir el feminicidio. Dicha partida ha crecido 160% desde el 2011 a la fecha, es decir, hemos pasado de 33 millones de soles a 90 millones. ¿Cómo se invierten estos recursos? Esto nos ha permitido llevar un Centro de Emergencia Mujer a cada provincia. En estos centros se trabaja tanto en el ámbito preventivo como el de atención a las víctimas, hablamos de un programa integral. Paso a otro tema, ¿hay avances en la participación de la mujer en la toma de decisiones? Sí, en el ámbito político por ejemplo. En los últimos cuatro años los ministerios han sido liderados en algún momento por una mujer, con excepción de dos de ellos: el de Agricultura y Medio Ambiente. En general, hay mayor presencia de las mujeres en las instituciones del Estado. ¿A qué se debe ello? El incremento es de 30% a 45% y esto tiene relación con el hecho de que creció también el número de mujeres con acceso a la educación superior, lo que les permitió estar preparadas. Sin embargo, en la zona rural el acceso a la educación sigue siendo una lucha constante. Es cierto. El nivel secundaria sigue siendo un reto para las autoridades, a diferencia del nivel inicial, donde se ha logrado que tanto niños como niñas accedan por igual a este derecho. ¿Dónde están los mayores retos para las mujeres? Al 2014, en el mercado laboral tenemos que 31,9% de mujeres de 14 años a más no cuentan con ingresos propios, al contrario de los varones que solo representan 2,5%. Eso quiere decir que todavía hay quienes permanecen asumiendo responsabilidades en el hogar sin opción a desempeñarse de manera integral fuera de él. Más aún cuando en el país el trabajo en casa no está reconocido. Hace unos años en el ministerio medimos la dedicación del tiempo de las mujeres, y encontramos que durante la semana las mujeres, adicionalmente a nuestro trabajo productivo, laboramos nueve horas más que los hombres, y cuando tenemos niños o familiares adultos mayores a nuestro cargo, ese tiempo se eleva a catorce o dieciséis horas. ¿Qué pasa con los salarios? La brecha salarial aún persiste. Si bien es menor en el sector público con 18%, en el ámbito privado es de 30% a 35%. Las mujeres tienen educación superior y están capacitadas, pero sus responsabilidades en el hogar las limita a viajar, o simplemente ante una ausencia en su trabajo no vuelven a ser consideradas o ya no tienen los mismos ingresos. ¿Qué iniciativas legislativas hay en camino que busquen cambiar esta situación? Estamos impulsando el descanso parental a fin de que los padres puedan asumir las mismas responsabilidades. También la participación de las mujeres en el ámbito productivo.