Ícono de lo que los gringos denominan World Music, Tania Libertad, la voz de muchos poetas, conversó con Domingo a propósito de su próximo concierto junto a Eva Ayllón. Confesó que podrían grabar un disco juntas, que se siente reconocida en el Perú, y que es momento de que retornen las voces sociales al continente. , Anuncio: esta conversación será un atentado. La garganta de Tania Libertad (64) está prisionera. El invierno mexicano la ha tomado por asalto a tres semanas de 'Eva con Libertad' (Dea Promotora), el espectáculo donde formará dúo por primera vez con Eva Ayllón. PUEDES VER: Tania Libertad: “Cuando conocí a Juan Gabriel, terminamos comiendo en un puestito en la calle” La carraspera y la tos irrumpirán cada tanto, pero Tania continuará. Aunque mañana (viernes) le toque el primer ensayo con Eva en el estudio que ha montado en su casa, en la Ciudad de México. Queremos creer que no lo hace por cuestiones estrictamente profesionales. Para eso, un cuarto de hora. Es más probable que Tania siga el hilo de la charla para hacer gala, involutariamente, de esa belleza que Julio Ramón Ribeyro acuñó como 'la distancia de la conversación'. Belleza que ha cultivado, entre piscos y tequilas, con decenas de almas libres, capturadas por el arte. De ella dijo José Saramago: "Tuve la revelación de las alturas de la emoción a la que puede llevarnos una voz desnuda, sola delante del mundo, sin ningún instrumento que la acompañara". García Márquez, por su parte, le pidió que autografiara sus discos mientras Tania hizo lo propio con sus libros, en mutua admiración. Vargas Llosa le prologó El mismo puerto (1977), álbum donde musicalizó la ternura de Juan Gonzalo Rose. Saramago también le entregó su pluma para La vida, ese paréntesis (1998), donde los poemas de Mario Benedetti dejaron de ser discutidos para fluir, en su voz cristalina, como una cascada. Cascada que estremeció también a hombres de negocios, como Carlos Slim, el empresario mexicano considerado como el segundo hombre más rico del planeta, quien produjo su disco Arias de ópera (200O). ¿Quién es esta mujer que cautiva a ilustrados y aspirantes, que ha vendido diez millones de discos y prepara su álbum número 45? Sí, leyó bien, el 45. Por muchos años, un rumor. Desde hace algunos años, el eco nítido de una compatriota que sentimos tan nuestra como Eva Ayllón. Voces de corte social En 1980, después de impresionar en concursos de radio desde los siete años, grabar una decena de discos, conducir dos programas de televisión, Tania Libertad, la única mujer de ocho hermanos, hija de un guardia civil y una enfermera, nacida en Zaña (Chiclayo), el único poblado negro de la costa norte, decidió afincarse en México. Contaba apenas con 500 dólares. Desde entonces, es una mexicana más, aunque no haya dejado de ser peruana. La cultura ancestral, las bebidas fuertes, el picante y el culto al desamor, tan similares en ambos pueblos, han sido vigas que la han sostenido en su proceso de asentarse. Ahora que Donald Trump acaba de asumir la presidencia de los Estados Unidos, y la promesa de construir un muro en la frontera con México amenaza, Tania se pronuncia con la soltura de quien vivió tiempos difíciles. ¿El presidente será tan peligroso como el candidato? Aunque mi corazón alberga la esperanza de que no sea tan terrible como se pinta, alguien tan intolerante al frente del país más poderoso puede llevarnos al caos mundial. Hacen falta, entonces, más que nunca, otra vez, voces de corte social... La vida es como una rueda que gira y vuelve a circunstancias parecidas. En los sesenta, aparecieron las guerillas en América del Sur. Son momentos donde la gente toma conciencia y se manifiesta. Espero que no de manera violenta esta vez. Pero sí, voces así son necesarias en tiempos agitados. ¿Confía en que vivirá el gobierno de izquierda con el que siempre soñó? Tendría que ser una nueva propuesta de socialismo. Vivimos momentos donde cada vez estamos más cerca de apretar el botón y desaparecer el mundo. Todavía tengo muchos ideales. Me encantaría vivir una era donde tengamos las mismas oportunidades, sin racismo ni pobreza. Reconocimiento en Perú La memoria de Tania atesora la escena: los bomberos bajándola en una camilla, mientras ella, con los cartílagos deshechos, no para de entonar sus canciones para endulzar la agria labor de sus rescatistas. Es julio de 2011, y Tania Libertad ha cantado durante dos noches, en una terraza inca, frente a la ciudadela de Machu Picchu, una maravilla hasta entonces oculta para sus ojos que celebraba el centenario de su descubrimiento. Ella, que ha conmovido el Palacio de Bellas Artes de México, el Olympia de París,el Palacio de la Zarzuela de España, el Carnegie Hall de Nueva York, y otros escenarios más, no titubea en decir que ha sido el instante más emocionante de su carrera. Alguna vez dijo que es el adulto que soñó ser de niña. Eso es algo de lo que pocos mortales pueden jactarse. ¿Qué pendientes le tiene la vida todavía? Ay, Dios mío. Tal vez nietos. Todavía no me dan nietos y muero por tenerlos. Pero ahora los chicos no tienen apuro y a lo mejor tienen razón. ¿Nada más? Lo que yo tengo es muchísimo. Cantar todos los días, a la hora que se me dé la gana y para quien yo quiera. A estas alturas, podría no tener voz, pero aún hay gente que quiere escucharme. Es lo más delicioso que tengo en la vida. Y nunca se lo pedí. Me lo dio con generosidad. Solo me queda ser agradecida. Hace poco alzó la voz por lo mucho que nos tardamos en homenajear a Chabuca Granda. ¿Se siente lo suficientemente reconocida en el Perú? (Piensa) No busco el éxito. Eso ha sido lo de menos. Si no hubiera grabado otro tipo de discos. Con que me aplaudan diez o veinte compatriotas me siento reconocida en el Perú. Para mi fortuna ha sido más que eso. A pesar de la distancia que suponen 37 años en México, siento el cariño. Un dato que suele pasar desapercibido es que usted introdujo el cajón peruano en México, como Paco de Lucía lo hizo en España. Así es, no se habla mucho. Yo traje el instrumento, cajoneros peruanos y organicé un festival didáctico en plazas públicas, escuelas y reclusorios.Es más, le grabé un cassette a Rubem Dantas, el percusionista de Paco de Lucía, de cómo debía tocarse el cajón. Disco con Eva Ni libros ni miniseries. Tania Libertad es tajante con la industria que la observa desde hace unos años como un codiciado botín: "Soy una niña como muchas en nuestra mágica América del Sur, donde en pueblos olvidados nacen miles de niños que llegan a metas que nadie creía. Mi historia es como la de miles. No es falsa modestia". Lo dice la mujer que superó un cáncer de mama hace seis años, y dijo no sentir ninguna vanidad al extirpársele uno de sus senos. ¿En qué aspectos sí ha tenido gramos de vanidad? Fíjate que es uno de los pecados que no me han hecho mella. Los egos surgen en las personas insatisfechas. Y a mí la música me ha acompañado siempre. A veces las mujeres se arreglan para que las miren las otras mujeres. A mí me ha bastado con abrir la boca y cantar. El tino me impide continuar con la conversación. De lo contrario, despertaría a la turba que la aguarda ansiosa el 10 y 11 de febrero, en el Teatro Peruano Japonés, junto a Eva Ayllón. "Si todo sale lindo, no puedo negar que a lo mejor hay la posibilidad de realizar un disco juntas". Les basta con abrir la boca y cantar. Como reza el tango: nadie escapa al fatalismo de su propio ser.