Los dulces y postres mexicanos más famosos y deliciosos
Revisa esta lista con los mejores postres y dulces mexicanos tradicionales que prometen darle experiencias únicas a tu paladar con su variedad de ingredientes.
Los postres mexicanos resaltan entre los mejores de Latinoamérica por su gran variedad de sabores, texturas y colores. Estos dulces son platillos y snacks que el público degusta en casas, restaurantes, mercados y calles para darse un gusto en casi cualquier momento del día, y que en muchos casos están enraizados en centenarias tradiciones.
En estas delicias no faltan productos típicos del país, como el maní (cacahuate), la guayaba, el maíz y el cacao, que se complementan con ingredientes traídos de Europa y otros lugares. La cajeta, las coyotas, las alegrías y el pan de elote son algunos de los nombres quizá más conocidos y llamativos. Conoce a continuación los mejores dulces de México.
Alegrías
La semilla de amaranto, principal ingrediente de las alegrías, se consume desde épocas prehispánicas. Estas son tostadas y añadidas a un almíbar de azúcar, miel y agua. La mezcla es puesta en moldes, prensada y dejada a que endurezca y repose para adquirir consistencia. También lleva pasas y otros frutos secos.
Capirotada
La capirotada consiste en rebanadas de pan tostado que son bañadas y horneadas con miel de piloncillo y cubiertas de queso rallado, pasas, almendras y cacahuates. Es un postre muy popular durante la Cuaresma y cada estado y familia tiene su propia receta particular.
Glorias
Las glorias, elaboradas con leche quemada y nuez, están entre los productos más característicos de las dulcerías mexicanas. Nacieron en Linares, Nuevo León, en la década de 1930, y se debate si su nombre viene de ‘sabe a gloria’ o de una nieta de la señora Natalia Medina, su creadora.
Mazapán de cacahuate
El mazapán es un dulce originario de Toledo, en España, donde se elabora con almendras y huevo. Esta variante mexicana reemplaza la almendra por el cacahuate (maní) y utiliza el azúcar en polvo. De consistencia suave y gran sabor, se disfrutan en cualquier época del año, a diferencia de otros lugares del mundo donde es más típico de las navidades.
Ate
El ate es un dulce de pulpa de fruta natural del estado de Michoacán. Según relata el portal de turismo MxCity, nació en el convento de las monjas dominicas, que preparaban una jalea espesa de frutas maduras. Originalmente se hacía con membrillo, pero también los hay de guayaba, tejocote, zapote y otros sabores.
Churros
Aunque son procedentes de Europa, los churros están muy ligados a la vida y costumbres de los mexicanos. Dorados y crujientes, se comen espolvoreados con azúcar, rellenos o acompañados de cajeta, chocolate o crema pastelera. Por lo general, se consumen como parte del desayuno o la merienda.
Pan de elote
El pan de elote nació tras la llegada de la repostería española durante el virreinato, cuando a la técnica europea se añadió un ingrediente típico del lugar como el maíz. Su masa blanda pero fibrosa y su dulce aroma son sellos de un platillo que es una de las opciones favoritas de los mexicanos para el postre.
Cajeta
La cajeta es originaria de Celaya y se prepara con leche de cabra y azúcar rubia o piloncillo. El nombre de este dulce proviene de las cajas de madera en que originalmente era trasladado. Puede venir en distintas variedades: a la vainilla, envinada y la cajeta quemada.
Rollos de guayaba
Conocidos también como guayabate, los rollos de guayaba provienen de Guanajuato y tienen como ingrediente principal a la mencionada fruta, cuya pulpa es cocinada con azúcar y agua. Con el tiempo, se ha hecho muy consumido en todo el país y es popular durante la Navidad.
Coyotas
Las coyotas surgieron en la ciudad de Hermosillo, en Sonora, y consisten en unos panecillos de harina de trigo, manteca, levadura y azúcar, y suelen rellenarse con piloncillo, el ingrediente tradicional, aunque también las hay con guayaba, manzana, jamoncillo, dulce de calabaza, membrillo y otros sabores.
Palanquetas
Las palanquetas se asemejan a las barras energéticas, pero están hechas con cacahuate o con semillas de calabaza, y son bañadas en un caramelo a base de piloncillo, miel de abeja o azúcar. Su nombre deriva del náhuatl papaquili, que significa feliz o alegre.
