Tuvieron que pasar dos semanas para que el conflicto entre Ucrania y Rusia obligue a que el precio de los combustibles en el mercado peruano se eleve, en un contexto en el que ya representaba un dolor de cabeza para la economía del hogar el alza por el invierno en el hemisferio norte.
En ese sentido, según Osinergmin, el gasohol de 90 se puede encontrar en algunos grifos de Lima metropolitana desde S/ 16,19 el galón hasta S/ 21,50. Mientras que para el gasohol de 95, el menor precio se ubica en Puente Piedra en S/ 16,70 y el más elevado, en San Juan de Lurigancho, con S/ 22,60.
Estos nuevos marcadores difieren considerablemente de los precios promedio de enero (última data disponible), cuando el galón de 90 octanos se ubicó en S/ 16,21, el de 95 octanos en S/ 17,06, el de 97 en S/ 17,84 y el de 98 octanos en S/ 18,96.
Para el caso del diésel B5 S50 UV –el cual se usa para el transporte y está subsidiado en el Fondo de Estabilización de Precios (FEPC), por lo cual no sufrió alteraciones– oscila entre S/ 18 y S/ 20,26.
Al respecto, Gustavo Navarro, exdirector general de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), enfatiza que el precio en el mercado es libre, y varía de acuerdo a los criterios de comercialización de cada grifo; no obstante, cuestiona el vacío legal y de la información para que las empresas manejen los precios a su antojo. “No hay ninguna norma que impida que una empresa pueda subir o bajar su precio de manera individual. Hay un vacío también en la información al público, que debería defender sus derechos y no comprarle al que sube más (los precios)”, comentó para La República.
El también otrora director general de Hidrocarburos Erick García recalca que para atenuar el alza de los precios el Minem debe poner manos a la obra a una serie de proyectos para combustibles específicos que se han quedado en el tintero.
Por ejemplo, para el GLP, García recordó que la DGH coordinó, a fines de diciembre del 2021, con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el DU 109/2021, el cual inyecta un presupuesto de S/ 200 millones para convertir 100.000 vehículos de GLP a gas natural, el cual es hasta 50% más barato y no se somete a los vaivenes internacionales al tener un contrato con precios regulados.
Este programa considera la entrega de un bono de S/ 2.000 y hasta tres años de financiamiento con el FISE sin intereses. “Era un esquema para ayudar al sector transporte y no importar GLP. Se trabajó muy bien con MEF. El Minem lo tiene que implementar. Solo (falta) la decisión”, anotó.
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Asimismo, señala que para las gasolinas se ideó un esquema similar al ya mencionado, pero aquí no se daba un bono, sino el FISE tenía un mecanismo que financiaba el 100% de la conversión a gas natural. Este programa ya se aplica en provincias como Huancayo, Ica, Chiclayo y Piura, pero “tendría que extenderse con más recursos y publicidad”.
Finalmente, sobre el diésel, García explicó que ya están las normas que determinan que las empresas almacenen gas natural licuado y se comercialice, pero estos proyectos “se encuentran trabados por falta de voluntad política o, tal vez, desconocimiento”.
Navarro enfatiza que una manera inmediata para reducir el impacto del precio del petróleo WTI –que cerró una volátil semana al alza en US$ 109,33– sería rebajar el Impuesto Selectivo al Consumo de los combustibles, por ejemplo, la gasolina, cuyo precio se duplicó desde el año pasado pero por el cual el Estado cobra un impuesto de hasta 26% en total.
“Si el precio se duplicó, el Estado cobra más. Es ilógico. Para darles un gran apoyo a los consumidores, sin perjudicar la recaudación fiscal, con un decreto supremo se debe rebajar las tasas del ISC de S/ 2 a S/ 3. No tiene sentido cobrar más impuestos”, subrayó.
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