A menudo, tras el inicio de un nuevo año, muchas personas se prometen cumplir todos los propósitos que se plantearon; no obstante, a pesar que la mayoría inicia con la mejor actitud, con el pasar de los meses, se pierde la constancia en realizar aquello que se propuso.
De acuerdo a la Universidad de Harvard, uno de los problemas más recurrentes al momento de querer cumplir tus propósitos tiene relación con la cantidad planteada. Además de la forma en que se realizan estos cambios.
A través de una publicación en Harvard Health Letter, se explica que otra de las razones que imposibilitan alcanzar los propósitos de año nuevo, es cuando las personas tienden a ser perfeccionistas. Por ello, dicha casa de estudios, a través del médico Marcelo Campos, propone plantearse cinco preguntas para lograr ejecutar las propuestas planteadas.
“Asegúrate de encontrar tu verdadera motivación. Intenta mirar más allá de la necesidad de cambiar”, recomienda Campos. En esa línea, el especialista asegura que mientras más claras tengas las razones, mayor será tu motivación.
Los propósitos que no son medibles son más difíciles de cumplir. Aquí un ejemplo: “quiero ser un buen esposo”. En cambio, sería mejor decir “dedicaré dos días completos a mi pareja”, lo que se convierte en una meta medible.
Marcelo Campos, en tanto, apunta que es importante no ser demasiado ambicioso. “Mucha gente apunta a un objetivo que puede ser demasiado difícil de lograr. La mayoría de los cambios a largo plazo ocurren lentamente. El cambio es un proceso, no un evento”, aseveró.
Es preciso señalar que no solo se trata de establecer una meta, sino también debes tener una serie de pasos a seguir. Por ello, establece la frecuencia con la que realizarás tus nuevos hábitos, tenlo anotado en un calendario y descarga aplicaciones para darles un adecuado seguimiento.
“Escribe con quién quieres compartir tu plan. Pide su apoyo. Las personas que realmente te aman te ayudarán en este viaje. Publica tus metas en las redes sociales. Esto demostrará tu compromiso de cambiar”, recomendó la Universidad de Harvard.
Recuerda que no solo es importante el sacrificio, cada vez que cumplas un objetivo, es necesario que te premies. La sensación de logro es gratificante y puede llevarte a querer alcanzar más metas.