Libro. El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez presenta su nuevo libro de cuentos Canciones para el incendio, tras 17 años de ausencia en este género. ,Por Gonzalo Domínguez Han pasado 17 años desde que el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez debutó en el cuento con Los amantes de Todos los Santos, y ahora vuelve al género con Canciones para el incendio, un libro que llega a las librerías bajo el sello editorial de Alfaguara. “El libro se está preguntando todo el tiempo por qué los seres humanos nos hacemos daño, por qué hacemos daño a otros o cómo lidiamos nosotros con el daño que los otros nos hacen. Esas son las preguntas básicas que cruzan todo el libro”, explica el ganador de Premio Alfaguara 2011. PUEDES VER Eduardo Sacheri ganó el Alfaguara 2016 Son nueve los relatos que componen Canciones para el incendio. En algunos de ellos vuelve a introducirse como personaje, mientras que en otros se acerca de nuevo al peso de la historia, los recovecos más oscuros de la política, el conflicto colombiano o el origen de la violencia. “Los cuentos de este libro en particular están todos obsesionados con la idea del peso del pasado, en eso no he podido liberarme, con el cambio de género, no me he liberado de ese demonio”, subraya el autor. Ese es un tema que, reconoce, le “obsesiona” y se percibe en los personajes de sus cuentos “a menudo”. Entre ellos “hay gente para la cual el pasado sigue estando presente y los fantasmas del pasado siguen moldeando sus vidas”. PUEDES VER RAE y Alfaguara rinden homenaje a Rubén Darío Tal y como hizo en La forma de las ruinas, el escritor vuelve a convertirse en un personaje, algo que, confiesa, hace con dificultades ya que escribir desde su biografía “no solo es un ejercicio muy difícil (que) siempre viene acompañado de mucho pudor, sino que, además, y paradójicamente, sigue siendo una forma de iluminación sobre una vivencia”. “Nunca ha sido igual tratar algo que me ha sucedido, que me ha generado una impresión especial, que me ha provocado una inquietud particular, nunca es lo mismo agarrar esa vivencia y explorarla por medio de una máscara, un personaje inventado, que ponerme a mí mismo en el papel de narrador y tratar de explorarla así”, comenta. Para el autor, optar por ese Juan Gabriel Vásquez personaje le permite ponerse a sí mismo en la “línea de fuego moral”. “Y los resultados son los que me interesan porque estos cuentos parten de vivencias que, para mí, fueron muy potentes, muy extrañas, quería averiguar, quería descubrir qué había sentido exactamente, quería ponerle el nombre a una emoción y contar los cuentos desde mi propia biografía era la mejor manera de hacerlo”, asevera. PUEDES VER Luis Leante ganó el Alfaguara Por si fuera poco, con este libro cayó en la cuenta de que “hay otro fantasma que está ahí todo el tiempo”, y es “la capacidad que tenemos los seres humanos para inventarnos a nosotros mismos a través de historias sobre nosotros mismos que son falsas, que son distorsionadas, y tratar de proyectar una visión que está editada”. Al analizar su anterior libro, un ensayo en que, a modo de mensaje en una botella, lanzó a sus lectores las coordenadas donde encontrarlo literariamente, Vásquez había asegurado que “la novela puede muy bien ser una manera de conocimiento del pasado, que es irreemplazable”. PUEDES VER Publican Una noche en el paraíso de Lucia Berlin Sin embargo, en esta ocasión reconoce que ha recurrido al cuento porque es “una máquina capaz de capturar unas ciertas emociones o un cierto aspecto de nuestra condición humana, que por ser demasiado frágil, por ser demasiado efímero, por ser pequeñito, no lo puedes atrapar con una novela”. “Hay cosas que sabemos, hay revelaciones, hay emociones a las que logramos acceder en un cuento de Chéjov, o Joyce, o Juan Carlos Onetti, que son valiosísimas, pero que si tratas de agarrarlas con una novela se van”, dice Vásquez a modo de despedida.