El anuncio de la construcción del puerto espacial más grande de Sudamérica en Perú marca un nuevo capítulo en la carrera espacial de América Latina. Este proyecto, que cuenta con el respaldo de la NASA y se encuentra bajo la dirección de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), promete dar avances en el campo de la investigación y la comunicación satelital, pero también re-posicionar al país como un competidor de peso en el ámbito internacional de la exploración espacial.
La elección de Talara, hasta el momento, se debe a su cercanía con la línea ecuatorial, ya que significaría una ventaja significativa en términos de ahorro en los costos de lanzamiento de satélites. La mayor velocidad angular de rotación de la Tierra en esta zona facilita el despegue de naves espaciales, lo que reduce el consumo de combustible y, por ende, los gastos asociados, una estrategia respaldada por expertos tanto peruanos como de la NASA. Así es como lo explica el astrónomo y miembro de SPACE-UNMSM, Víctor Vera, en una entrevista para La República.
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El proyecto del puerto espacial, denominado Spaceport, surge como una visión estratégica del Gobierno peruano y la FAP para potenciar el desarrollo tecnológico y científico del país. De acuerdo a Víctor Vera, el objetivo central, "no solamente de lo que se va a hacer aquí en Perú, sino de cualquier puerto espacial, es alcanzar las estrellas, hablando metafóricamente". El experto en astronomía considera esto como fomentar el avance en áreas clave como la observación satelital, la investigación espacial y la mejora de las comunicaciones nacionales e internacionales.
"Hoy, las ciencias espaciales son las ciencias del futuro, en nuestro destino como raza humana. Esto forma parte de un desarrollo de todos los países y especialmente los que somos considerados en vías de desarrollo. La importancia de este puerto es netamente científica, sobre todo por la zona un tanto privilegiada que es cerca del ecuador terrestre. Esta localización tiene ciertas ventajas para ese tipo de misiones espaciales. Se puede hacer con fines de telecomunicaciones, incluso no necesariamente para vuelos espaciales, pero sí para tener satélites en determinadas órbitas ligeramente inclinadas con el Ecuador y así observar esta zona del planeta. Lógicamente, tiene un avance científico increíble, arrastran todo tipo de ciencias y esto inexorablemente va a traer un desarrollo tecnológico para el país. Esperemos que esté pronto en Sudamérica", señaló el experto.
El proyecto Spaceport sería construido en Talara. Foto: @ProInversionPe/X
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Ambas potencias mundiales tienen a Perú en la mira. Por un lado, China está a cargo de la construcción del megapuerto de Chancay y, por otro lado, Estados Unidos visualiza el futuro puerto espacial en Piura, el cual se convertiría en el más grande de Sudamérica. La construcción de esta obra surge en medio de la polémica por la supuesta competencia geopolítica entre ambos países, aunque varios expertos lo confirman, que buscan extender su influencia en América Latina.
Para el astrónomo Vera, "los Gobiernos no deben permitir que otro país interfiera en nuestra decisión. Se trata de un beneficio mutuo. Creo que se está jugando tristemente y eso podría ser tal vez una mancha oscura. Sería penoso, pero esto es una declaración prácticamente a voces y no en papeles. Digamos que nuestro país está siendo un terreno de una disputa geopolítica, pero nosotros no tenemos por qué estar ahí. Si bien es cierto que podemos tener nuestras simpatías por uno u otro bando, yo creo que la soberanía peruana en este tipo de decisiones debe prevalecer. Si Estados Unidos está dispuesto a ayudar, enhorabuena, por favor, bienvenido. Mañana o más tarde, China va a estar, y también Rusia o quien sea, siempre y cuando las condiciones sean favorables para el pueblo peruano y no se viole la soberanía", explicó Víctor.
Siguiendo con la entrevista, el especialista concluyó que, "independientemente de lo que quiere Estados Unidos o China, nosotros somos los que decidimos en nuestra soberanía. Eso ya queda en un campo netamente político, al fin y al cabo, estamos en una verdadera democracia", sostuvo.
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La NASA juega un papel crucial en este emprendimiento, ya que proporciona asesoría técnica y apoyo logístico. Su respaldo simboliza un sello de aprobación de la viabilidad y relevancia del puerto espacial.
"Tenemos que aprender de los grandes. El aporte de la NASA es el intercambio tecnológico y educativo que se puede hacer tanto universitario como el nivel secundario. Hay que incentivar a los jóvenes que están acabando los colegios para que apuesten por la ciencia, tecnología, matemática e ingeniería, ya que apuntan al desarrollo y buena economía. Sería bueno que la NASA no solamente colabore, sino que se expanda para el desarrollo de las universidades. Como académico, me preocupo. Se tiene que dar un impulso y sin ánimo de sacrificar a ninguna universidad particular y, principalmente, a las estatales, porque ahí es donde recae la ciencia básica. Es una parte importante para el monstruo que se puede armar alrededor de este proyecto", dijo Vera.
El puerto espacial Spaceport, en Piura, sobresale por su ubicación estratégica cerca del ecuador. Esta singularidad lo posiciona como una instalación única en Sudamérica, capaz de operar con mayor eficiencia y a un menor costo en comparación con sus pares regionales. No obstante, ya existen otros dos puertos espaciales en el subcontinente: El Centro Espacial de Punta Indio, en Argentina, y el Puerto Espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
"Ni uno ni otro es malo. Eso depende de la misión específica, porque resulta que los satélites tienen diferentes tipos de órbitas, o sea, a la altura del ecuador terrestre. Otras están ligeramente inclinadas y otras son bastante inclinadas. Por ejemplo, el de Argentina, que está más al sur, tener una órbita al ras o a la altura del ecuador terrestre implica mayor combustible, mientras que el de Guayana sí está cerca al ecuador y eso es más ventajoso", detalló el astrónomo.
En marzo se comenzó la evaluación de la base aérea El Pato. Foto: Andina
El puerto espacial generará oportunidades de empleo para una amplia gama de profesionales, desde ingenieros aeroespaciales hasta técnicos en comunicaciones y logística. Las ganancias variarán según el nivel de especialización y experiencia.
"Yo he tenido la oportunidad, por ejemplo, de conocerme con personas que han trabajado fabricando tornillos para las naves espaciales. No necesitan ser superingenieros ni supercientíficos, ya que va desde las carreras técnicas hasta las universitarias. He conocido personas que con ese trabajo tuvieron un estatus de vida de calidad, además de sentirse orgullosas de haber participado en ese tipo de misiones. Entonces, creo que es valorable para todo ser de la parte técnica e ingeniería, porque hay mucho de aerodinámica y mecánica de fluidos, una carrera vigente en San Marcos. Esta va a ser muy considerada por su relación con la física. Asimismo, está la ingeniería mecánica, computación y matemáticas", detalló el miembro de SPACE-UNMSM.