La Amazonía peruana era muy distinta hace 16 millones de años y en sus ríos habitaba un enorme delfín que hoy conocemos gracias al trabajo de un equipo interdisciplinario liderado por el paleontólogo Aldo Benites-Palomino, investigador del departamento de Paleontología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El impresionante hallazgo ha sido publicado el 20 de marzo, en la revista científica Science Advance, y se trata de un nuevo descubrimiento histórico para el Perú.
Los fósiles hallados en el río Napo, Loreto, evidencian que Pebanista yacuruna, como se ha denominado al animal, es el delfín de agua dulce más grande que ha existido en el planeta Tierra, con una longitud que llega a los 3 o 3,5 metros. Sin embargo, esta característica es solo una de las partes del hallazgo que ha generado nuevas preguntas para la paleontología peruana.
"En agosto del año pasado, presentamos al cetáceo fósil más grande que ha existido en los mares. Ahora, estamos presentando al cetáceo fósil más grande que ha existido en los ríos", afirma Benites-Palomino en comunicación con La República.
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“Cualquiera hubiera pensado que este delfín, que vivió en la Amazonía peruana hace 16 millones de años, sería un pariente del delfín rosado, Inia geoffrensis. La sorpresa es que Pebanista yacuruna es un pariente cercano de unos delfines que habitan ríos en el sur de Asia, llamados Platanista”, indican los investigadores. Es decir, pese a la diferencia geográfica, la criatura estaría más emparentada con especies en Asia. ¿Por qué?
Los expertos señalan que aquella familiaridad es observada por el desarrollo de crestas faciales —estructuras óseas en el rostro— que tienen tanto el Pebanista como el Platanista. Por medio de estas protuberancias, los delfines pueden focalizar los sonidos que emiten mientras nadan, como parte de un proceso de ecolocalización que desarrollaron a lo largo de su evolución.
Cabe mencionar que los delfines del tipo Platanista, en la actualidad, habitan en ríos con muy poca visibilidad, por lo que sus ojos se han reducido mucho y son prácticamente ciegos. "Estas crestas (faciales) ayudan a los animales a distinguir los sonidos y guiarse en las aguas muy turbias en las que vivían", explica Benites-Palomino.
Comparación de tamaño de diferentes delfines de río. Las figuras grises representan los máximos reconstruidos/registrados y los blancos los mínimos. Foto: Jaime Bran/Aldo Benites-Palomino
"Pebanista está emparentado con un animal que actualmente vive en la India y no es solo una relación de parentesco, es una especie hermana. Entender cómo llegó este animal a la Amazonía es la pregunta más grande que nos ha dejado el hallazgo. Tenemos hipótesis, pero no la podemos probar todavía", expresa el paleontólogo.
Dicha hipótesis nos ubica 24 a 16 millones de años atrás, a fines del Oligoceno e inicios del Mioceno, un periodo de grandes cambios climáticos y geológicos para la Tierra. En ese entonces, los delfines Platanistoideos —que es como se denomina a la superfamilia de delfines de río— nadaban en los océanos de todo el mundo.
Mientras tanto, la Amazonía era cubierta por un sistema de lagos y pantanos denominado pebas, que incluía ecosistemas acuáticos extendidos entre Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil. Es en aquel paisaje de la antigua selva peruana donde, según los especialistas, llegaron los ancestros de Pebanista en búsqueda de alimento, por la gran abundancia de presas.
Posteriormente, cuando la Amazonía moderna se abrió paso sobre el sistema pebas, hace 10 millones de años, los parientes de los actuales delfines de río del Amazonas habrían aprovechado los nuevos recursos que aparecieron en esta zona; en tanto, nuevos cetáceos como los delfines oceánicos actuales empezaban a poblar los mares.
Para poder realizar la investigación, el equipo tuvo que esperar a que sea temporada baja en lluvias. Foto: Aldo Benites-Palomino
El paso de Pebanista yacuruna por las aguas de la antigua Amazonía peruana le dan origen a su nombre. "'Pebas' hace el honor al sistema pebas y 'nista' marca la relación que existe con el platanista actual", detalla Benites-Palomino.
Por otro lado, yacuruna hace referencia a un mito de la Amazonía peruana. “'Yacu' es agua y 'runa' es gente. 'Gente del agua' es la traducción al español”, señala. Aquel mito dice que un dios que habita en los ríos se convierte en hombre para salir a tierra y llevarse a bellas jóvenes desprevenidas.
El delfín mide entre 3 a 3,5 metros de longitud. Foto: Jaime Bran
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Cabe mencionar que, durante la expedición, el equipo de investigadores ha trabajado junto con comunidades quechua-amazónicas de la región. "Principalmente, Santa Clotilde y Tacsha Curaray. Son dos comunidades con las que nos quedamos porque nos recibieron el tiempo en que hemos estado allí", precisa.
El gran hallazgo de Pebanista yacuruna se logró luego de tres semanas de trabajo de campo en el río Napo, cuando investigadores del Museo de Historia Natural de la UNMSM se encontraban en una expedición auspiciada por National Geographic. Para ello, tuvieron que esperar a que llegue una temporada en que las aguas del río estén bajas y fue en las paredes de los bordes donde hallaron los fósiles del gran delfín, durante una caminata en los últimos días de la exploración.
"El proyecto iba a buscar cocodrilos y encontramos delfines. Claro que fue un éxito también porque estos delfines casi no se conocen a nivel mundial", comenta Rodolfo Salas Gismondi, quien dirigía la expedición, durante la rueda de prensa que se realizó el 20 de marzo, con la presentación de los fósiles del Pebanista yacuruna en el Museo de Historia Natural, en Lima.
"Como el río había bajado bastante, había una pared que normalmente debería estar cubierta por el río que estaba descubierta y, pues, allí había estado ese pedazo de hueso saliendo", narra Benites-Palomino.
"Pensamos realizar expediciones y presentar proyectos a fondos nacionales e internacionales para poder continuar en esta búsqueda de los habitantes del pasado en la Amazonía", comenta Rodolfo Salas, quien además está a cargo del departamento de Paleontología del mencionado museo.
"Así que, seguramente, vamos a encontrar, de repente, un cráneo completo o cráneos de otros delfines porque tenemos restos fragmentados que parecen de otros delfines. Es decir, no era el único viviendo en estos ambientes del pasado", adelanta el paleontólogo especialista en cocodrilos.
Por su lado, Aldo Benites-Palomino afirma que el reciente hallazgo, que tiene a Perú en los ojos del mundo, es solo el comienzo de nuevos descubrimientos para la paleontología en el país. "Esto solamente es el inicio. Nosotros recién estamos empezando. Estamos yendo un fósil importante a la vez y estamos publicando dos fósiles importantes por año. Es un proceso largo", expresa con orgullo.
Aldo Benites-Palomino fue el primero en identificar que los fósiles hallados eran de un delfín gigante. Foto: Aldo Benites-Palomino / Rodolfo salas