La justicia ordenó este jueves a la ciudad de Biarritz, en el suroeste de Francia, retirar el nombre "ofensivo" de uno de sus barrios, "La Négresse", término peyorativo para designar a las mujeres negras.
Esta designación atenta contra la "dignidad de las personas" y puede ser visto por la población como "ofensivo hacia las personas de origen africano", indicó el fallo del tribunal administrativo de apelaciones de Burdeos.
La asociación Mémoires et Partages, que promueve el trabajo de memoria sobre la colonización y la esclavitud, pidió en 2019 a Biarritz derogar las resoluciones de 1861 y 1986 que dieron ese nombre al barrio y a una calle.
Ante el rechazo de la alcaldesa Maider Arosteguy, del partido conservador Los Republicanos (LR), la asociación llevó el caso ante la justicia, al considerar esta designación "racista y sexista".
El tribunal dio ahora tres meses de plazo a la alcaldesa para que pida al consejo municipal derogar las resoluciones criticadas y retirar así el nombre del barrio.
Francia participó activamente en el comercio de esclavos desde el siglo XVII hasta la abolición de la esclavitud en 1848. Burdeos fue uno de los principales puertos negreros.
Unas 500 expediciones zarparon desde esta ciudad, situada a unos 170 kilómetros al norte de Biarritz, rumbo a África entre 1672 y 1837, que llevaron a la deportación de entre 120.000 y 150.000 negros.
Según los historiadores, soldados de Napoleón atribuyeron a principios del siglo XIX el nombre "La Négresse" a este barrio por la presencia de una mujer, posiblemente una antigua esclava o descendiente de esclavos.
Otras fuentes atribuyen el origen del término a la expresión en dialecto gascón "lane gresse", en referencia a la tierra arcillosa que se encuentra en esta parte del municipio.
"Independientemente de su supuesto origen y su dimensión histórica", el nombre "evoca hoy de forma despectiva el origen racial de una mujer cuya identidad además no ha sido formalmente identificada", según la corte.
El fundador de la asociación demandante, Karfa Diallo, celebró una "decisión histórica". "Esta ofensa había durado demasiado tiempo. Era hora de ponerle fin", declaró a la AFP.
La alcaldesa de Biarritz lamentó que la justicia optara por la "lectura contemporánea" del nombre y no por su "explicación histórica", y aseguró que podrían recurrir al Consejo de Estado, alto tribunal administrativo.
"Y aunque la justicia nos imponga el cambio de nombre, de todas formas los habitantes del Biarritz seguirán llamando [al barrio] así", aseguró a la AFP Arosteguy.
mer/tjc/pb