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Agencias

India y su sueño olímpico de 2036, entre la ambición y las dudas


larepublica.pe

India sueña con acoger en 2036 sus primeros Juegos Olímpicos para mostrarse ante el mundo como una gran potencia, pero la pertinencia de una candidatura genera dudas en un país con reducido peso deportivo.

"India no ahorrará esfuerzos para acoger los Juegos de 2036": cuando el primer ministro Narendra Modi confirmó hace un año "el sueño y la aspiración" olímpica del país más poblado del mundo, la noticia no sorprendió a nadie.

Desde su llegada al poder en 2014, este líder político ultranacionalista hindú no ha dejado de intentar que su país se siente en la mesa de los grandes, especialmente frente a China, que ya acogió dos Juegos Olímpicos [de verano en 2008 y de invierno en 2022].

En su carta de intención, dirigida en octubre al Comité Olímpico Internacional (COI), el Comité Olímpico Indio (IOA) se apoyó en dos argumentos: "La importancia creciente [del país] en la escena mundial" y su estatus de "única gran economía que no ha acogido todavía los Juegos", según unos extractos difundidos por la prensa local.

"En cierta medida, los Juegos consagrarían el lugar de India en el panorama mundial", resume el analista político Ronojoy Sen, autor del libro "Una historia del deporte en India".

El presidente del COI, Thomas Bach, no ha permanecido insensible ante la eventual candidatura: "Tiene un gran potencial, el espíritu olímpico se despierta y crece en India", afirmó en 2023 en Bombay.

- ¿Qué legado habría? -

Pero solo el cricket, una herencia de la época del Imperio Británico, desata pasiones en India. En el resto de deportes su relevancia es muchísimo menor y lo prueba su balance en los Juegos Olímpicos de París-2024, donde no consiguió ninguna medalla de oro.

La experiencia demuestra, eso sí, que organizar unos Juegos Olímpicos puede servir de acelerador para el desarrollo deportivo del país anfitrión.

Pero otras voces en India muestran su desconfianza con que eso pueda aplicarse a su país, como el extenista Manisha Malhotra.

"El dinero inundará a la élite de los deportistas y potenciales medallistas para 2036, pero seguramente se quede ahí", estima este hombre, que preside el Inspire Institute of Sport, un centro privado de entrenamiento.

India no ha dado todavía oficialmente el nombre de la ciudad-candidatura para los Juegos de 2036, pero todo parece indicar que el honor será para Ahmedabad, la capital del Estado de Gujarat (noroeste del país).

Esa ciudad, cuna política de Narendra Modi, dispone de un estadio gigante, para 130.000 personas, que ya acogió el Mundial de cricket en 2023.

Ahmedabab alberga también el cuartel general del conglomerado de Gautam Adani, multimillonario y amigo del primer ministro.

Este magnate de la energía, principal patrocinador del equipo olímpico indio de París-2024, fue acusado el miércoles por la justicia estadounidense en un caso de corrupción.

Ya en los tacos de salida de esta carrera olímpica, el Estado de Gujarat ha creado una empresa que parece claramente destinada al proyecto, la Gujarat Olympic Planning and Infraestructure Corporation Ltd.

Dotada con un presupuesto de 710 millones de dólares [675 millones de euros], tiene por objeto el desarrollo de estadios y otros recintos deportivos.

- "No es viable" -

El triste palmarés deportivo de India no se debe a la falta de infraestructuras, estima la periodista deportiva Sharda Ugra.

"Su origen está en la estructura de la gobernanza del deporte, de las federaciones, y los pocos eventos", detalla. "¿Sería entonces viable construir grandes estadios solo para acoger los Juegos? La respuesta, categóricamente, es que no", sentencia.

El Comité Olímpico Indio está dividido además en dos facciones que se disputan el control. Su presidente es el exvelocista P.T. Usha y reconoce que la candidatura suscita ya "desafíos internos".

Algunos recuerdan también que la organización de grandes eventos deportivos en India no siempre dejó buen recuerdo.

En 2010, Nueva Delhi fue sede de los Juegos de la Commonwealth. Las obras acumularon problemas y retrasos, además de darse sospechas de corrupción.

Quince años después, varios de los recintos construidos para esa cita están en un estado calamitoso.

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