Cumbre del clima en la COP29 con significativas ausencias
Unos 75 líderes mundiales celebran este martes una cumbre en el marco de la 29ª conferencia del clima en Bakú, con importantes ausencias y tras un arranque negociador difícil.
A la cumbre climática de Bakú, que se prolongará también el miércoles, apenas acudirán un puñado de dirigentes del G20, el club de las principales economías del mundo.
La COP29 arrancó el lunes con dificultades: la aprobación de la agenda requirió toda una jornada de deliberaciones, aunque al final los diplomáticos del clima lograron aprobar unas reglas para organizar el mercado de carbono, un tema que estaba pendiente desde hacía casi una década.
La cita de Bakú casi coincide con el foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que tendrá lugar en Lima del 14 al 16 de noviembre, y al que sí asistirán el estadounidense Joe Biden y el chino Xi Jinping.
Para este martes en Bakú está prevista la intervención del secretario general de la ONU, Antonio Guterres y del primer ministro británico Keir Starmer entre otros.
Pero a la cita faltarán el primer ministro indio Narendra Modi, el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva entre otros.
- Lejos del "punto muerto" -
Las turbulencias políticas en Europa coinciden con la elección del republicano Donald Trump en Estados Unidos, un declarado escéptico del cambio climático, que hace presagiar importantes cambios en la política medioambiental y energética de su país.
Trump ya ha confirmado que es hostil al gran Acuerdo de París de 2015 que sentó las bases de las actuales negociaciones climáticas. Estados Unidos ya abandonó brevemente ese acuerdo durante la primera presidencia de Trump.
La COP29 debe demostrar que la cooperación mundial "no está en punto muerto", pidió el lunes el jefe del organismo de la ONU para el Clima, Simon Stiell.
El mundo se encamina a batir su récord de temperatura media en 2024, como ya sucedió el año pasado.
Uno de los puntales del Acuerdo de París es lograr que ese aumento de la temperatura media del planeta no supere +1,5 ºC, algo que sucederá por primera vez este año, según el observatorio europeo del clima Copernicus.
Y al mismo tiempo, el mundo no cesa en su consumo de energías de origen fósil (carbón, petróleo, gas), que son las que garantizan más estabilidad y rapidez de combustión, a expensas de la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero.
Una vez los líderes mundiales abandonen Bakú, la COP29 entrará en su fase negociadora decisiva, que debe finalizar el viernes 22 de noviembre.
El gran objetivo es aumentar decisivamente el monto de dinero que los países ricos, los que históricamente más gases de efecto invernadero emitieron, a los países más vulnerables.
- Presión sobre China -
En 2009 la comunidad internacional acordó que poco más de 30 países industrializados entregarían anualmente 100.000 millones de dólares, en ayuda climática bilateral o a través de instituciones multilaterales y fondos privados.
Ese objetivo solo se logró (y se superó) en 2022, con dos años de retraso. Ahora el objetivo es de duplicar por diez esa suma, defienden los países vulnerables y las organizaciones medioambientales.
Pero la Unión Europea, y países como Estados Unidos, quieren que se amplíe la base de donantes, lo que significa principalmente que China deje de jugar en solitario.
"No serán negociaciones fáciles, quizás son las más difíciles desde París", concedió la jefa negociadora alemana, Jennifer Morgan.
"Yo tiendo a ser optimista pero (...) creo que esta es una COP que va a permitir avanzar pero donde las decisiones de fondo tendrían que tomarse en la que viene", declaró a la AFP el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, antes de viajar a la capital azerbaiyana.
La COP30 se celebra dentro de un año en Belém (Brasil).
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