Más allá de sus playas, la llamada ‘Capital de la Hospitalidad’ cuenta con otros atractivos como la laguna La Encantada, el paraíso visitado por nuestra colaboradora M. Isabel Guerra.,M. Isabel Guerra./ Revista Rumbos Cuando pensamos en Huacho, pensamos en sus playas, en sus humedales, y en sus platos bandera, como la salchicha huachana, el ceviche de pato, la sopa a la huachana o el charquicán de anchoveta. PUEDES LEER: Tacama: vides centenarias | FOTOS Bloguero brasileño Rafael Leick celebrando en la entrada de La Encantada. Foto: cortesía Rafael Leick Pero en la capital de la provincia de Huaura (Lima) hay mucho por descubrir: misticismo y magia, patrimonio arqueológico, y, también, mucho patrimonio ecológico, como la laguna La Encantada, de la que hoy me ocupo. La Encantada es una pequeña, tranquila y paradisíaca laguna originada por filtraciones naturales, que aún no ha sido sobreexplotada (y espero que no lo sea nunca) por el turismo. De aguas tibias, verdeazuladas y tranquilas, tiene zonas de totorales, algunas instalaciones muy básicas para el confort del visitante (sombrillas y entoldados de madera y palma, bancas, un lugar para hacer parrilladas), un puentecito de madera que conecta con un islote, un quiosco y un servicio higiénico. Pese a la creciente presencia humana, La Encantada es aún frecuentada por algunas especies de aves. Es un lugar para relajarse y pasar la mañana o la tarde disfrutando en silencio de la árida y elemental belleza de un oasis en medio del desierto. Avistamientos El nivel de agua ha subido por lo que algunas de sus instalaciones están en el agua. Eso resulta refrescante. Foto: M. Isabel Guerra Visité La Encantada a mediodía, con un sol abrasador, y con maquinaria pesada trabajando en el camino de entrada, aún en esas condiciones y sin proponérmelo, pude avistar varias especies de aves: garcita (Egretta thula), gaviota peruana (Larus belcheri), gallareta andina (Fulica ardesiaca), y cormorán (Phalacrocorax brasilianus). Basándome en mi experiencia, me parece que este lugar puede ser una alternativa interesante para la observación de aves (además de las ya conocidas zonas de Paraíso y Albufera Medio Mundo), siempre y cuando se vaya a una hora más apropiada, cuando la afluencia de gente es escasa o nula. En Rumbo Recomiendo ir en vehículo propio, en caso contrario contratar un taxi recomendado en el hotel donde nos alojemos, porque es una zona bastante apartada, razón por la que no aconsejaría acampar. Si contratamos un taxi es preferible que sea un auto, para mayor comodidad. La tarifa de ida y vuelta suele ser de 30 soles. Si la consigna es ahorrar, se puede contratar un mototaxi (consultar en su hotel). Evitar las horas de mayor radiación solar (entre 11:00 a.m. y 1:00 p.m.). De preferencia evite ir los fines de semana, suele estar más concurrida. La Encantada es uno de esos lugares donde todavía se puede escapar del ruido y las multitudes. Foto: M. Isabel Guerra ¿Qué llevar? Refrigerio y bebidas frías, preferiblemente todo en un cooler. Protector solar, gorra, toallas, ropa ligera y sandalias de playa. Cámara fotográfica y de video. No olvidar el “palo selfi”. Otras recomendaciones ¡No dejes tu basura allí! Lleva bolsas para regresarla a casa. Respeta a la naturaleza: si quieres escuchar música, no espantes a las aves con los parlantes de tu auto o tu radio a todo volumen. Usa tus audífonos. Si no quieres llevar comida y prefieres ir a un restaurante, sigue el camino hasta Santa María y prueba el chancho al palo del Fundo Palmira (avenida Centenario 1587, Santa María), donde todos los pedidos tiene como cortesía una carapulcra.