Bosque frondosos, acrobáticas aguas cristalinas y mucho calor en la selva que siempre es y será sinónimo de aventura y diversión.,Jessica Vargas / Revista Rumbos La provincia de Chanchamayo (Junín), es la puerta de ingreso de la selva alta y, también, a la aventura, porque eso es lo que se vive en las cataratas Bayoz y Velo de la Novia, refrescantes caídas de aguas que atrapan a los lugareños y a los turistas que están de paso por la La Merced o San Ramón, pero deciden enrumbar hasta Puerto Yurinaqui (distrito de Perené). PUEDES VER: Pacaya Samiria: la deslumbrante selva de los espejos Entre risas y chapuzones, los viajeros disfrutan bajo la caída de agua de 50 metros de altura de Bayoz, otros se animan a nadar en las pozas formadas de dos metros profundidad, un regalo de la naturaleza en la selva central. La imponente pared de piedra por dónde caen las aguas animan a los aventureros a entregarse a la adrenalina en un descenso en rapel. Frescura en las cataratas del distrito de Perené. Foto: Yhojan Lindo Bayoz tiene un espacio entre piedras para que los visitantes puedan tomar un descanso al pie de la catarata. Desde allí pueden contemplarla con absoluta tranquilidad, mientras se animan a darse un baño. Siguiendo otros caminos del distrito de Perené y a orillas del río del mismo nombre, llegamos a una comunidad nativa, donde los ashaninkas de Marankiari ('tierra de serpientes' en español) reciben a los visitantes con masato, danza, música y alegría. Las mujeres de esta comunidad se encargan de poner la vestimenta tradicional a los visitantes, para ser partícipe de una boda entre uno de los turistas y un ashaninka. A los elegidos les pintan una equis en el rostro. Durante la ceremonia los bautizan con un nombre ashaninka y terminan bailando en medio de una fogata. Cultura viva en una comunidad en la que el viajero puede pescar, pasear en canoa, caminar por el bosque o, si lo prefiere, escuchar relatos ancestrales alrededor de una fogata. Marankiari alberga a cerca de 200 familias. Sus casas son de madera y están techadas con hojas de humiro. Foto: Yhojan Lindo De paso obligado es el mariposario Zhaveta-yard, (mariposa en lengua ashaninka). Este tiene ocho años como centro de investigación de las “flores que vuelan”. Hasta el momento tienen 29 especies de mariposas estudiadas en las que resaltan: monarca, búho, la mariposa azul, papillon montreal, morphos entre otros. Tratando de capturar la imagen imposible del esplendor y belleza de la mariposa azul, le ponemos punto final al este recorrido de pura naturaleza, en la que se aprende mucho del bosque y de la sabiduría de los ashaninkas de Marankiari. Naturaleza en su máxima expresión. Foto: Yhojan Lindo En Rumbo Viaje: De Lima a La Merced: 8 horas. Distancia: 319 kilómetros. Vía: Carretera Central. Costo: 30 a 50 soles. Precaución: Coma algo ligero antes de partir. Si le teme al mal de altura tome una pastilla al iniciar el viaje. Recuerde que la vía pasa por Ticlio. Cataratas: De La Merced a Puerto Yurinaki (Perené): 1 hora de viaje. Desde este punto en mototaxi hasta el acceso a las cataratas (15 minutos de caminata). Horario de atención de lunes a domingo 10:00 a.m. a 5:00 p.m. Costo de Ingreso: niños S/ 1.00 y adultos S/. 2.00 Qué llevar: Ropa de baño, sandalias, zapatillas, bloqueador, sombrero y lentes de sol. Mariposario: www.mariposariozhavetayard.com Planifica: www.ytuqueplanes.com