Desde tiempos milenarios y hasta la segunda mitad del siglo XX, el consumo y la producción de quinua, se concentraba en el altiplano andino. ¿Continúa la tradición?,Anteriormente la producción de quinua se concentraba en Bolivia y en Perú, en el primero la quinua real está protegida por una denominación de origen desde de 2014. Mientras en Chile se desarrolla el cultivo a nivel del mar en algunas localidades de Concepción y Valdivia, detalla el diario El País, en un informe en el que se mencionan las propiedades alimenticias de este seudocereal impulsaron la apertura de los mercados internacionales y un paulatino aumento de la cotización del grano. PUEDES VER: Perú se coronó como el mayor productor mundial de quinua en el 2015 Así, la quinua fue derivando lentamente de las zonas tradicionales de consumo a los mercados europeos y norteamericanos, multiplicando los precios y la demanda a un ritmo vertiginoso, imposible de satisfacer por los productores tradicionales. El informa incide, además, en las duras condiciones del altiplano, donde se siembra la mayor parte de la quinua. En este tema se menciona que la altura y el estado de la tierra exigen ritmos especialmente morosos, basados en un sistema de cultivos rotatorios, imprescindibles para compensar la fatiga del terreno. Primero se siembra papa, un año después se planta la quinua y tras la recolección llega el turno de una cosecha de reposo, que puede ser de alfalfa o de alguna leguminácea, y se deja el terreno en barbecho durante tres o cuatro años antes de volver a empezar. La tierra impone condiciones particularmente duras, los ciclos son morosos y las producciones cortas. La demanda internacional ha multiplicado la cotización de los granos andinos, abriendo nuevos marcos de producción. Perú respondió a las nuevas exigencias del mercado impulsando los cultivos a nivel de mar en las costas del Pacífico y en algunas zonas de la región amazónica. Las ventajas son claras: la fertilidad de la tierra y la posibilidad de implantar sistemas de riego propician cosechas anuales y multiplican las producciones. El producto obtenido también es diferente. Nunca alcanzará el sabor y las prestaciones de los cultivos tradicionales. Apoyada en las nuevas producciones, Perú asaltó el liderazgo del mercado mundial de la quinua, superando a Bolivia y pasando a encabezar tanto la lista de los países productores como el de los exportadores. No es un fenómeno aislado. El cultivo de la quinua ha saltado ya muy lejos de las zonas de origen, concentradas en torno a la cordillera andina —Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y Ecuador—, para extenderse a Europa, donde crece en Francia, Gran Bretaña, Italia, Suecia, Dinamarca y Holanda. Ninguno de ellos alcanza el volumen de los cultivos en los Estados Unidos, cuyas plantaciones en Colorado y Nevada le reportan el tercer lugar en el ránking mundial. La quinua también crece en torno al lago Ontario, en Canadá. Mientras la producción se aleja poco a poco de las zonas tradicionales empiezan a sonar las alarmas. En el altiplano peruano se piden denominaciones de origen que protejan las producciones andinas y permitan diferenciarlas de las crecidas lejos de ellas. El dato Acerca de su verdadero nombre: los aimaras le decían jupha y los quechuas kinuwa o kinua, de donde deriva el nombre actual. El término quinoa es un anglicismo que acabó imponiéndose en casi todo el mundo, pero su nombre en castellano es quinua, así escrito, sin tilde y con u. Fuente: El País