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Futuro presente: voces jóvenes para frenar la crisis ambiental, por Adriana Urrutia y Gabriel Carrasco

"Las acciones más convocantes para exigir que los Estados tomen acción han sido lideradas en los últimos años por adolescentes".

El futuro de la lucha contra la crisis climática se mide también por la capacidad de un país de garantizar mecanismos de justicia intergeneracional y protección de los bienes comunes como la naturaleza. El Perú va detrás de otros países de la región que ya han declarado, por ejemplo, que la naturaleza tiene derechos. La acción colectiva para demandar que se garanticen esos derechos ha sido liderada en muchos escenarios por jóvenes preocupados por el mundo en el que serán adultos; una tarea que implica reimaginar el diálogo con los políticos y replantear la agenda. El futuro ya está aquí. Los efectos del cambio climático se sienten y los jóvenes ya se han hecho responsables.

Las acciones más convocantes para exigir que los Estados tomen acción han sido lideradas en los últimos años por adolescentes. En agosto del 2018, en Suecia, un grupo de escolares liderado por Greta Thunberg se sentó frente al Parlamento para exigir urgencia en adoptar medidas frente a la crisis climática. Las imágenes se viralizaron y así nació el movimiento internacional #FridaysForFuture-Viernes por el futuro. En marzo del 2019, este movimiento global organiza la movilización #GlobalClimateStrikeForTheFuture-Huelga climática global por el futuro. En el Perú, diferentes colectivos a nivel nacional, entre los cuales se encuentran la asociación Fridays for Future Perú y la Red Universitaria Ambiental, participaron de la acción ocurrida en cerca de cien países.

En el país existen diferentes iniciativas que en esta década han involucrado a jóvenes. Como ejemplo, diez años antes se crea el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC), un movimiento intergeneracional que viene desarrollando acciones de formación para jóvenes. Los espacios internacionales permiten generar nuevas iniciativas. En el 2015, tras la COP 20 en el Perú, se crea la Red de Jóvenes por el Cambio Climático, una organización que busca fortalecer capacidades, hacer incidencia en políticas públicas y promover la participación juvenil. A nivel institucional, el Ministerio del Ambiente promueve un espacio llamado ‘Jóvenes comprometidos con su ambiente’ que busca acercar a los jóvenes al voluntariado y espacios de concertación en el marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental.

En estos días, en los que el efecto de las olas de calor regional se siente y preocupa por sus efectos en la salud, hoy y mañana, ha llamado la atención un caso específico por su autenticidad y las posibles consecuencias legales. En diciembre del 2019, siete niñas, niños y adolescentes peruanos nacidos entre el 2005 y el 2011, con apoyo de profesionales y representados por sus padres, interpusieron una demanda constitucional de amparo ambiental contra el Estado peruano “por su incapacidad de adoptar medidas concretas y eficaces (...) para frenar la deforestación progresiva de la Amazonía peruana”. “Mañana será muy tarde” dice el documento de la demanda. En Colombia y Estados Unidos, por ejemplo, las cortes han fallado a favor de jóvenes que han interpuesto demandas hacia instituciones públicas. Y en otros países de la región, se reconoce a la naturaleza como un derecho y/o una persona legal.

Las consecuencias de la inacción no van a ser solo políticas, no solo afectarán a la naturaleza sino a la salud humana y van a ser irremediables. ¿Cuándo tomaremos acción por ese futuro que ya es presente? ¿Cuándo las acciones que toman los jóvenes y que involucran al futuro de la humanidad nos interpelarán a todos? La crisis ya está aquí.