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Aire letal: riesgos para la salud de la contaminación atmosférica, por Adriana Urrutia y Gabriel Carrasco

"Mujeres, niños, ancianos y pobres son más vulnerables a los problemas vinculados a la contaminación de la atmósfera. Uno de cada diez niños menores de cinco años muere debido a neumonía y otras enfermedades respiratorias...".

La contaminación atmosférica se ha convertido en uno de los mayores riesgos de salud que enfrenta el planeta. “Que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás”, dice una canción del cantautor canario Pedro Guerra. Al presente, según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, anualmente, 7 millones de muertes prematuras están asociadas a esta causa. Los costos de este problema público se elevan a los 8,1 trillones de dólares al año. El Perú es en Sudamérica el país con peor calidad de aire. Los niveles de partículas nocivas se encuentran 5 veces por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y son causantes de 230 muertes por millón en el país (Lancet Countdown Sudamérica, 2023). 

La exposición al aire contaminado ha sido relacionada con un incremento en la incidencia de enfermedades como asma, enfisema pulmonar, cáncer del pulmón, neumonía, enfermedad cerebrovascular, inflamación de las vías respiratorias y bajo peso al nacer (Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente y OMS, 2024).

Mujeres, niños, ancianos y pobres son más vulnerables a los problemas vinculados a la contaminación de la atmósfera. Uno de cada diez niños menores de cinco años muere debido a neumonía y otras enfermedades respiratorias. La contaminación atmosférica es la mayor amenaza para garantizar la sobrevivencia de los recién nacidos durante los 6 primeros días de su vida. Además, se asocia con un bajo peso al nacer y daños cerebrales, así como daños en los pulmones y el sistema inmunitario en desarrollo.

Estos problemas son causados por un grupo denominado contaminantes climáticos de vida corta, como lo son el metano (encontrado en la producción de arroz), hidrofluorocarburos (HFC) (presente en aire acondicionado y refrigeradores), carbono negro (emitido por transportes y en la quema de materia de origen vegetal o animal ‒biomasa‒ para cocinar) y ozono troposférico (combustibles fósiles, emisiones de vehículos y actividades industriales) (Coalición Clima y Aire Limpio, 2024).

En otras palabras, las actividades humanas han tenido y tienen un impacto sobre el aire que respiramos y este nos está enfermando. La Coalición Clima y Aire Limpio ha hecho un llamado para reducir la emisión de contaminantes climáticos de vida corta. Es necesario impedir que más muertes ocurran de forma prematura, reduciendo la tasa de calentamiento y cumpliendo lo señalado en los acuerdos de París.

Para disminuir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta, se puede tomar acción hoy. Esto implica revisar los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, reducir las emisiones provenientes de desechos producidos por los hogares y la agricultura, aminorar las emisiones de la cocina doméstica, la iluminación, la calefacción y de los motores pesados de los transportes, así como reducir las fugas de la producción de petróleo y gas.