Tiempo para la preparación de clases y revisión de tareas. Desde 1991, los maestros no reciben un pago especial por realizar labores educativas en sus propias casas. Ellos laboran entre 24 y 30 horas a la semana y ganan 1.554 soles como mínimo.,Al llegar a su casa, el profesor Javier debe revisar los exámenes de sus alumnos de cuarto de primaria. Los domingos, el maestro Jesús dedica la noche para preparar sus clases de la semana que se viene. Y cada fin de trimestre, el docente Marcel debe llenar las notas de sus estudiantes en el registro virtual que ha dispuesto el Ministerio de Educación (Minedu). Todas estas actividades las realizan estos hermanos a diario fuera de sus aulas y por ellas no reciben un pago adicional. PUEDES VER: ‘Barrio Seguro’ ya se aplica en los 3 distritos más peligrosos de Trujillo Esa es la realidad. La Encuesta Nacional de Docentes (ENDO) 2014, que recién ha sido publicada por el Consejo Nacional de Educación (CNE), lo confirma. En este estudio, los 10 mil profesores participantes de colegios públicos y privados de todas las regiones del país respondieron que se dedican 12 horas a la semana (48 horas al mes) para atender actividades educativas fuera de su jornada laboral. Lo realizan los docentes de los tres niveles: inicial, primaria y secundaria, tanto en la zona urbana como la rural. “Esta es una cifra que refleja nuestro esfuerzo que por años no es valorado. Nosotros después de salir del colegio seguimos realizando labores de profesor. Revisamos las tareas, los exámenes, atendemos reuniones con padres y preparamos nuestras clases”, explica el secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), Alfredo Velásquez. Según la Encuesta Nacional de Docentes 2014, en el sector estatal, los profesores de primaria de las zonas urbanas realizan labores educativas fuera de su horario de trabajo en mayor tiempo que los de la zona rural. “Esta tendencia también se repite en el nivel inicia y secundaria”, señala el presidente del CNE, Hugo Díaz. En la actualidad, los docentes contratados y nombrados de las escuelas públicas son remunerados por laborar dentro del colegio entre 24 y 30 horas. Los primeros reciben sueldos de 1.243 soles (24 horas) y 1.554 soles (30 horas). En tanto, los segundos pueden percibir desde este último monto (si se ubica en la primera escala de la carrera pública) hasta 4.042 soles (si se ubica en la última escala, pero hoy son muy pocos). “Hace hace uno años, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reconocía esta labor fuera de clases y con la Ley de Reforma Magisterial se trató de corregir esto, pero hasta ahí nomás quedó”, indica Díaz. Agrega que desde este año, el Minedu aumentó las horas de trabajo (y también el sueldo) de los profesores de secundaria que a la semana dedican 24 horas a las clases y 6 horas (las incrementadas) a la atención de los alumnos o padres. Para el dirigente del Sutep, este aumento de horas se debe dar en los niveles de inicial y primaria, lo que traería un aumento de los sueldos. “Debemos tener 30 horas para las clases y 5 horas más para las labores educativas adicionales”, sostiene Velásquez. En tanto, el presidente del Consejo Nacional de Educación precisa que el Minedu tiene el reto de hacer que los sueldos sean más atractivos, considerando la labor adicional de los profesores. “En los países de la región donde los maestros ganan bien, como Chile, Uruguay, México o Costa Rica, ellos laboran entre 45 y 48 horas. Por eso se debe revisar la política remunerativa”. Una opinión distinta tiene el presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia del Perú (Conapafas), Gregorio Durand, quien asevera que estos buenos profesores que tienen vocación solo representan el 30% del total que se registra en los colegios de todo el país. “Lamentablemente, el 70% de docentes faltan mucho, se retiran temprano del aula, llegan tarde y no realizan reuniones”, detalla Durand. Se debe señalar que desde 1984 hasta 1991, con la Ley del Profesorado, los docentes recibían el 30% de su sueldo a través de un bono especial por la preparación de clases. Sin embargo, ese último año, el gobierno de Alberto Fujimori promulgó el Decreto Supremo 051-91-PCM, con el que dejó esto sin efecto. Histórica deuda social Pues bien, desde 1991 hasta el 2012 (año en el que se promulgó la Ley de Reforma Magisterial), los profesores reclamaron el pago de este bono. “Así nació esta deuda social que nos tenía el Estado desde 1991”, afirma el secretario general del Sutep, quien dice que desde ese año iniciaron procesos judiciales. El tema recién fue tomado en cuenta por el ex presidente Ollanta Humala, quien el último día de su gestión, el 28 de julio del 2016, promulgó el Decreto Supremo Nº 239-2016-EF, con el que se consideraba hasta S/ 125 millones para el pago de deuda social a nivel nacional. No obstante, Velásquez, del Sutep, asegura que el pago ya se estuvo dando por los mismos gobiernos regionales. “La deuda social se viene pagando en 15 regiones, pero no gastan todo lo destinado, sino lo que sobra”, dice. En Lima, esto no se paga nada. Mayoría de maestros proviene de padres con secundaria completa En los tres niveles, la mayoría de docentes proviene de padres que tienen secundaria completa o menos de ello; es decir, son los primeros integrantes de sus familias que continúan estudios de educación superior. En inicial, el 71% tiene padres con secundaria completa y el 29% restante, con estudios superiores. En primaria, el 80% de profesores tiene progenitores que estudiaron o acabaron solo la secundaria y el 18% proviene de quienes estudiaron en un instituto o una universidad. En tanto, en secundaria, el 78% tiene padres con secundaria y el 22% con estudios superiores. En los tres niveles, la mayoría de docentes con padres que tienen secundaria completa labora en colegios públicos de la zona rural. Según las conclusiones de la ENDO 2014, esto refleja que hay una movilidad, dentro de las profesiones, hacia la labor del docente. En cifras 523 mil docentes hay en el país. De esta cifra, 351 mil laboran en colegios públicos. 92 mil profesores en la zona rural laboran en colegios estatales y 2 mil 600 en privadas.