Tome precauciones para disfrutar de su embarazo en la playa. No ponga en riesgo su salud ni la del bebé. , Jaime Seminario, Medicina Reproductiva Clínica Ricardo Palma Todas las embarazadas están expuestas a contraer infecciones vaginales y/o urinarias, pero durante el verano esto es más frecuente, debido a una mayor exposición a bacterias que habitan en baños, piscinas o playas. Gérmenes como los hongos son "oportunistas", y se desarrollan en ambientes donde predominan el calor y la humedad. Cuando una mujer sufre infecciones durante el embarazo, esto puede tener graves consecuencias para su bebé, como un parto prematuro. Y si ello ocurre, durante el parto las bacterias que se encuentran en el tracto vaginal de la madre pueden transmitirse al bebé. En cuanto a los síntomas de una infección vaginal, lo más habitual es el aumento del flujo, que este aparezca más espeso y blanquecino o de color grisáceo o verdoso. También se puede notar mal olor, o al menos un olor distinto del habitual. También es frecuente el picor en la zona genital. Por último, si observamos detenidamente la zona afectada podremos detectar algún tipo de erupción (granitos o enrojecimiento). Si bien es cierto que el calor es mayor en enero, febrero y marzo, es preferible no acudir a la playa o la piscina en el primer trimestre del año. Si igual decide ir a darse un chapuzón, es aconsejable que siga estas indicaciones: manténgase alejada de áreas con muchas olas, porque pueden ocasionarle caídas; no nade donde no se pueda mantener de pie. Si realiza caminatas, hágalas por la tarde o muy temprano, para evitar mayor exposición solar. No se exponga al sol por tiempos prolongados. Es normal que las mujeres embarazadas presenten en la piel zonas llenas de manchas oscuras –conocidas como cloasma o melasma– que aparecen en las mejillas o en el contorno inferior de la mandíbula, así como en los antebrazos y en otras partes del cuerpo que están expuestas al sol. Todo esto es el resultado de los cambios hormonales que se producen durante el embarazo, los cuales estimulan temporalmente la producción de melanina, la sustancia natural que le da color al cabello, la piel y los ojos. Es fundamental protegerse del sol, porque la exposición a los rayos ultravioleta intensifica los cambios en la pigmentación. Se debe usar un protector solar de amplio espectro (una fórmula que te proteja contra los rayos UVA y los UVB), con SPF de 30. Use protector aunque no haya brillo solar. Aplíquelo varias veces sobre la piel a lo largo del día. La deshidratación es otro de los enemigos de la mujer embarazada en la playa. Recuerde llevar agua fresca en abundancia y beberla con frecuencia. Información En cuanto a la ropa de baño, no hay ningún inconveniente con que la barriga esté expuesta, pero no olvide que la piel está más susceptible a quemaduras. Tenga en cuenta Lleve una silla plegable que le proporcione un descanso adecuado y que mantenga su espalda en reposo. Así podrá levantarse sin que ello se convierta en una tarea titánica.