Doloroso hallazgo. Los médicos forenses que investigan las ejecuciones extrajudiciales cometidas por efectivos de la base contrasubversiva de Madre Mía ubicaron el cuerpo de Nemer Acuña bajo la conducción del tío de la víctima que participó en el entierro.,Los restos de Nemer Acuña Silva fueron encontrados por médicos forenses del Instituto de Medicina Legal en la localidad donde uno de los familiares de la víctima, su tío Guzmán Ambrosio Cuéllar, reveló a La República que era el sitio donde había sepultado a su sobrino, ultimado por militares de la base contrasubversiva de Madre Mía, en 1992. "Aquí enterramos a mi sobrino Nemer Acuña Silva, asesinado por los soldados de la base militar", declaró Guzmán Ambrosio, en la zona de La Perla, en el distrito de la selva huanuqueña de Santa Rosa de Yanajanca, hasta donde condujo a los reporteros para informar sobre el crimen que se produjo cuando el jefe militar era el “Capitán Carlos”. PUEDES VER Caso Madre Mía: Familiares de Nemer Acuña dan su testimonio tras hallazgo de cadáver [VIDEO] Después de una azarosa búsqueda, el fiscal de Derechos Humanos y Lesa Humanidad, Jesús Pasión Hermosa, y un equipo del Instituto de Medicina Legal de Lima, el último sábado lograron ubicar el cadáver de Nemer Acuña en el lugar donde su tío había señalado. Guzmán Ambrosio, como manifestó a La República, participó en el entierro clandestino de su sobrino hace 25 años. Con la aparición de ex soldados que admitieron haber cometido crímenes cuando estaban bajo el mando del “Capitán Carlos” –el nombre de guerra que usó Ollanta Humala cuando estuvo al frente de la base de Madre Mía–, el Ministerio Público resolvió abrir el caso y encargó las investigaciones al fiscal Jesús Pasión. La República supo del caso de Nemer Acuña a partir del testimonio de la octogenaria Jacinta Acuña Bustamante, tía abuela de la víctima, a quien encontramos en su humilde casa de madera ubicada en el asentamiento humano 27 de Mayo, en Aucayacu, Huánuco. La primera pista Entre lágrimas, Jacinta Acuña relató que su sobrino nieto Nemer Acuña había sido asesinado por los efectivos asignados a la Base de Madre Mía, emplazada no muy lejos del lugar donde registró el asesinato. “Los militares de Madre Mía fueron los que se llevaron a mi sobrino y lo cortaron en dos a machetazos, para luego arrojarlo al río Huallaga”, declaró Jacinta Acuña. Los familiares recuperaron los restos. Al consultarle dónde se encontraba enterrado Nemer Acuña, la anciana, una mujer quechua hablante, señaló que estaba sepultado en la banda de La Perla, un centro poblado ubicado al cruzar el río Huallaga. No tenía más precisiones. Los periodistas de La República se dirigieron al poblado de La Perla. Luego de tres horas de viaje por río y por tierra, ubicamos al agricultor Guzmán Ambrosio Cuellar quien, además de informar que era tío de nemer Acuña, declaró que había participado en el entierro de su sobrino Nemer Acuña, quien tenía esposa y dos hijos. Guzmán Ambrosio confirmó a este diario que los asesinos de Nemer Acuña habían sido los militares de la base de Madre Mía. Luego de narrar su testimonio, nos condujo hasta el lugar donde se encontraba la tumba sin nombre de su sobrino. Bajo el intenso calor y tras caminar otro largo tramo por la selva ubicamos el lugar donde se encontraba sepultado Nemer Acuña. Sus restos yacían bajo tierra en la chacra de Guzmán Ambrosio. “Aquí enterramos a mi sobrino Nemer Acuña”, relató Guzmán Ambrosio, señalando el lugar con su propia mano. Palabra cumplida En esa oportunidad, Guzmán Ambrosio pidió por intermedio de La República que la Fiscalía de Derechos Humanos, así como ha desenterrado los restos de otra víctima, Edgardo Isla Pérez, también exhumara los restos de su sobrino Nemer Acuña. Incluso se comprometió a guiar a los médicos forenses. Y así fue. “Mi sobrino cruzaba el río Huallaga transportando plátanos cuando fue interceptado por una patrulla del Ejército. Dos días después encontramos su tórax de Nemer. Su rostro estaba desfigurado. Luego de una semana aparecieron sus piernas en la orilla del río. Su muerte fue cruel”, dijo Guzmán Ambrosio. Nemer Acuña Silva nació el 21 de setiembre de 1960 en Huaycabamba, en Huánuco. Tenía 32 años cuando lo asesinaron. La Primera Fiscalía Supraprovincial Especializada en delitos de Terrorismo y Derechos Humanos, a cargo de Edith Chamorro Bermúdez, dispuso la indagación contra los que resulten responsables de las torturas y desaparición de diversas personas en la selva peruana. Los restos de Nemer Acuña fueron exhumados en presencia de su hija Marlith Acuña Trujillo y otros familiares, quienes exigieron justicia y sanción ejemplar para los criminales. Creyeron que era colaborador Los militares secuestraron y asesinaron a Nemer Acuña Silva porque supuestamente era un colaborador de Sendero Luminoso. La forma en que fue eliminado corresponde al mismo patrón que practicaron los efectivos de Madre Mía. Guzmán Ambrosio, tío de la víctima, fue testigo del secuestro de Nemer Acuña. “Yo vi cuando lo detuvieron y se lo llevaron. Estaba acompañado de otros pobladores, pero no intervenimos porque si no también nos llevaban a nosotros. Así era en esa época”, dijo Ambrosio de 77 años. "Fue un domingo de 1992. Le habían advertido a Nemer sobre la presencia de varias patrullas militares que estaban rondando por el río Huallaga. '¡Yo no les tengo miedo!', respondió Nemer”, declaró Ambrosio.