La muerte vino del cielo. El proyectil que mató a María Solano Marín le impactó de arriba hacia abajo, de atrás para adelante, Una bala de 9 milímetros Parabellum, disparada por una pistola de arriba hacia abajo, es la clave para identificar al policía que mató a María Solano Marín, el 1°de diciembre, durante los desmanes en Huaycán. PUEDES VER: Confirman que restos hallados en Chosica pertenecen a joven anfitriona que desapareció hace un mes María Solano, de 54 años, una humilde recicladora que vivía sola en una casa de madera y esteras, ubicada en la zona K, no era parte de las personas que atacaron la comisaría de la localidad, en la zona A de Huaycán. Ella residía a más de dos kilómetros del escenario donde fue el enfrentamiento entre policías y pobladores, que motivados por los rumores sobre la presencia de pishtacos o traficantes de órganos cometieron actos de vandalismo. Estaba lejos del lugar María Solano, pero el proyectil mortal ingresó en su cuerpo por la clavícula izquierda, le destrozó el pulmón y el corazón, y se alojó debajo de la costilla derecha, de acuerdo con el reporte de necropsia obtenido por La República. La recuperación de la bala de 9 milímetros Parabellum en los restos de la víctima ha facilitado a los agentes de la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) realizar un peritaje balístico y determinar la trayectoria del disparo. Según las fuentes consultadas, el resultado señala que la trayectoria fue de arriba hacia abajo, de atrás hacia adelante, y disparado desde una larga distancia. De esta manera los detectives han formulado dos hipótesis: a) Que la bala fue disparada de uno de los helicópteros de la Policía Nacional que sobrevoló Huaycán durante los disturbios del 1° de diciembre. b) Que el proyectil fue disparado al aire por un efectivo policial para dispersar a los revoltosos y que al caer impactó en el cuerpo de María Solano Marín. A pasar la prueba La importancia de la recuperación de la bala permitirá a la División de Homicidios efectuar un proceso de homologación con la finalidad de establecer de qué arma se hizo el disparo y así identificar al autor. Con este propósito la Dirincri investiga a 30 efectivos, entre ellos los de la Comisaría de Huaycán, del Escuadrón de Emergencia, de la Unidad de Servicios Especiales (USE) y de la Dirección de la Policía Aérea (DIPA), quienes participaron en las acciones contra los violentos manifestantes. Todos los policías bajo sospecha son sometidos a la prueba de absorción atómica para identificar al que hizo el mortífero disparo que acabó con la vida de María Solano. De acuerdo con la versión de los vecinos de la víctima, a las 4:30 de la tarde, María había salido de su vivienda para llevarle el almuerzo a un familiar. Luego de entregar la comida, María se distrajo con sus amigas, con quienes comentaba los incidentes del día. En ese momento, dos helicópteros ECE-145, de fabricación francesa de la Policía Nacional, sobrevolaban la zona K. Los testigos dijeron a La República que desde las aeronaves los policías disparaban por todas partes. Y no descartan que una de esas balas impactara a María Solano Marín. Los testimonios coinciden con el peritaje balístico que indica que el proyectil que mató a Solano se introdujo en su cuerpo de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Edit Camacho Gerónimo y Natividad Jiménez conversaban con María Solano cuando recibió el impacto de bala. “Alguien me ha tirado una piedra”, llegó a decir Solano. De pronto, comenzó a sangrar y se desplomó. Edit Camacho y Natividad Jiménez se encargaron de trasladarla al hospital de Huaycán. “La señora María salió de su casa para llevarle comida al vecino Kevin. Luego empezamos a conversar de lo que estaba pasando abajo (los desmanes). La gente decía que habían capturado a una pareja de secuestradores que robaba órganos a los niños. Mientras conversábamos dos helicópteros sobrevolaban la zona K”, relató Edit Camacho. Testigos directos “De pronto, mi vecina dijo: ‘¿Quién ha sido tan malo que me ha tirado una piedra en el pecho? Y cuando se tocó se dio cuenta de que sangraba. Ella tenía un hueco a la altura del cuello, la sangre no paraba, hasta que se desmayó. Luego la trasladamos en una mototaxi al hospital de Huaycán, pero minutos después falleció”, señaló Edith. Antonia Rugel completó el testimonio: “La bala ha venido del helicóptero. Ellos (los policías) han disparado. Incluso dos de los proyectiles perforaron el techo de mi casa y casi mata a mis dos nietos de 5 años y 6 meses de edad que estaban a mi lado. Felizmente, la bala chocó con el control del televisor”, dijo Rugel. La vecina de María Solano, Jazmín Guadalupe Camacho, salió de su casa al escuchar que había sido herida. “La gente pasaba la voz que estaban disparando desde los helicópteros y sin darnos cuenta la vecina María cayó al piso”, explicó. Otra vecina de María Solano, Katty Quispe Rugel, madre de dos niños, contó que en el techo de su casa también impactaron proyectiles. “En un momento pensé que alguien había tirado una piedra, pero al ver que mi madre salió gritando de la casa, me di cuenta de que era una bala. Eran los helicópteros los que estaban disparando. Una de las balas perforó un cono de hilo y también la mesa de mi máquina de coser. Casi me mata, pero milagrosamente me salvé”, narró todavía asustada Katty Quispe. “Fueron los del helicóptero. Han disparado como chispas. Ellos han sido”, anotó. Inés Huarcaya Huamán, otra vecina de María Solano, también reportó que en su vivienda impactaron proyectiles. “Estaba con mis dos hijos, de 6 y 4 años de edad, ayudándoles en las tareas del colegio. Cuando de pronto, un fuerte ruido impactó en la calamina de mi casa. Era una bala que había caído de arriba. En un primer momento pensé que era una piedra, pero mi hija logró coger la bala que estaba en el piso. Todo eso fue entregado a la policía”, testificó Inés Huarcaya. La ruta de la bala Katty Quispe declaró que los pobladores de la zona K recogieron hasta siete proyectiles en distintas viviendas como evidencia de que, efectivamente, la policía intervino en el lugar, a pesar de que el foco de la violencia se encontraba a más de dos kilómetros. En tanto, la Dirincri no ha descartado que la bala que acabó con la vida de María Solano pudo haber sido disparada por alguno de los policías que estuvieron en los alrededores de la zona K. Para identificar a los efectivos que se desplazaron por el área, la Dirincri hará una reconstrucción de los hechos, el peritaje de las armas que llevaron consigo y la revisión de sus cuadernos de control de la entrega de armamento. “El proyectil encontrado en el cuerpo de la víctima corresponde a un arma de guerra y coincide con la que usan los efectivos policiales”, señaló un perito balístico. La identificación del autor no tardará mucho.