Diplomado en Derecho Constitucional en el Centro de Estudios Constitucionales de España, doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Docente en la PUCP y ex adjunto en asuntos constitucionales y primer adjunto de la Defensoría del Pueblo (1996-2007). Entrevista,El doctor Samuel Abad es –junto a Walter Gutiérrez y Enrique Mendoza– uno de los candidatos para ser defensor del pueblo. Trabajó once años en dicha institución y veinticinco como docente. Es autor del libro El proceso constitucional de amparo. Dice que hay mucho por hacer en temas puntuales como la ONP, casos de feminicidio, etc. ¿Le tomó por sorpresa esta designación? Se planteó el tema a través de una representante del Frente Amplio y lo evaluamos rápidamente. El fujimorismo respalda a Walter Gutiérrez... Entiendo que aún no toman una decisión. Yo confío en que todas las bancadas evalúen a partir de las experiencias, de los méritos de cada uno. ¿Qué le puede ofrecer usted a la Defensoría? Si he aceptado este reto es porque creo que tengo las calificaciones necesarias para ejercer el cargo. Trabajé en la Defensoría durante once años. La Defensoría ha estado durante mucho tiempo con un respetable defensor interino. Eso, lamentablemente, lo digo con mucho aprecio y respeto, debilita a la institución. Por ejemplo, actualmente todos los cargos de adjuntos han vencido por mandato legal y no pueden ser nombrados. Es indispensable fortalecer su institucionalidad y eso pasa por nombrar al titular. ¿Y cómo la fortalecería? El defensor no solamente debe estar en Lima, tiene que estar en todo el país. Hay que modernizarla y fortalecer su trabajo descentralizado para que sea mucho más ágil su respuesta. El 11 de setiembre cumple veinte años de atención al público, el contexto del país cambia. La Defensoría debe enfocarse en temas trascendentes de políticas públicas, los que se vinculan con las necesidades más críticas de la población, especialmente las personas más vulnerables, y que están vinculados al agua, a la salud, la lucha contra la corrupción, etc. Sin dejar de lado la atención de casos concretos. Usted ya conoce la Defensoría por dentro, el cargo no le quedaría grande. He tenido la oportunidad de ser defensor adjunto en asuntos constitucionales y primer adjunto de la Defensoría del Pueblo. Conozco muy bien la institución desde dentro. Tengo otras experiencias laborales en el sector público y el sector privado que me permiten afirmar que estoy en condiciones de conducir esta importante institución. La Defensoría está cumpliendo una etapa que llegará finalmente con el nombramiento del titular. En materia de pensiones, ¿cómo sería su labor en caso de ser elegido? La ONP es una de las instituciones que más quejas ciudadanas motiva y más procesos judiciales tiene. Lo que se debería hacer es coordinar con el Ejecutivo, porque la ONP depende del Ejecutivo, para solucionar este problema. No podemos seguir resolviendo quejas o procesos individuales. Lo que hay que hacer es enfrentar el problema de fondo, y el problema está en la ONP. Reduciendo la burocracia. Claro y fortaleciendo, en general, la meritocracia. ¿Cómo piensa acercar la Defensoría a la ciudadanía? Hay diversas maneras. La Defensoría se acerca a la ciudadanía cuando llega, cuando hay módulos itinerantes. Es una bisagra entre la ciudadanía y el Estado. No basta quedarse en la oficina para recibir casos, hay que estar presente. El titular tendrá que viajar por todo el país para difundir lo que viene desarrollando y actuar. Los medios de comunicación son un aliado clave en esta labor. Si el mejor defensor de sus derechos es el ciudadano, y si ellos quieren la píldora del día siguiente, ¿cómo actuaría? Hoy día un juez ha autorizado su distribución por parte del Ministerio de Salud. A la Defensoría le corresponde supervisar el cumplimiento. Hace 13 años, la Defensoría hizo un informe sobre el tema que sigue vigente y que, obviamente, compartimos. En el caso de las mujeres esterilizadas, ¿qué plantearía? Hay que investigar, nadie está exento de una investigación. A la Defensoría le corresponde supervisar una investigación objetiva e imparcial. Hay varios temas que, lamentablemente, no se tocan o demoran mucho. En materia de derechos humanos no hay prescripción. No hay amnistía, las investigaciones deben continuar. La Defensoría no puede descansar porque los derechos humanos nunca salen de vacaciones. En materia de violencia contra la mujer, se han dado marchas contra el Poder Judicial por decisiones arbitrarias. Hay que tratar de lograr que exista unidad de criterio y ahí el tema de la reforma del sistema de justicia es fundamental. En ese contexto, hay innumerables casos de feminicidios que están en la agenda de la opinión pública, ¿qué plantea? Supervisar la labor del sistema de justicia respetando su autonomía pero denunciando las arbitrariedades. En un feminicidio intervienen varios actores: Policía, Ministerio Público, Poder Judicial, Ministerio de la Mujer y todos deben actuar coordinadamente. ¿Y con estas instituciones se pueden salvaguardar los derechos de los ciudadanos? Ese es el reto. La Defensoría del Pueblo no es un juez, no impone multas. Buena parte del rol de la Defensoría es la coordinación y la persuasión, y el trabajo con otras instituciones para lograr objetivos. Por ejemplo, hay que trabajar en coordinación con Reniec para temas de identidad, trabajar con el sistema de justicia para enfrentar temas como el feminicidio, trabajar con los órganos electorales porque hay una reforma que se debe hacer urgente. ¿Cree qué Eduardo Vega también debió ser candidato? Yo creo que debió haber un concurso público, pero la Constitución establece que el Congreso elige y ellos establecieron las reglas. Para mí es un honor haber sido postulado. Para todo abogado, particularmente si trabajó toda su vida en derecho constitucional y derechos humanos, es un honor. Si la Defensoría tiene que ser un ente autónomo, y a usted lo ha propuesto el Frente Amplio, ¿tiene algo que ver usted con el partido? No tengo ninguna vinculación política. No he militado en ningún partido. Mi vida ha estado vinculada al ejercicio profesional y a la docencia universitaria. Se lo digo también porque otro de los candidatos, Walter Gutiérrez, fue propuesto por Fuerza Popular y se dijo que en una oportunidad se reunió con Pedro Spadaro. ¿Habría autonomía de ganar él? No quisiera referirme a los otros candidatos, no me parece ético. Yo creo que la ciudadanía y el Congreso tienen que evaluar en base a criterios objetivos. Lo que reitero es que no puede haber Defensoría sin autonomía.