El XXIV Congreso del Partido Aprista Peruano (“Armando Villanueva del Campo”) se inaugurará este fin de semana en Alfonso Ugarte rodeado de serios problemas. Los 600+ que debían participar probablemente se vean reducidos a unos 300, y hasta ahora ningún dirigente de peso nacional se ha animado a competir por un cargo directivo. Los apristas atribuyen buena parte de la responsabilidad al JNE, que no reconoce el nuevo padrón electoral interno en base al cual se realizó la convocatoria. El Apra consideró que el padrón del JNE era antiguo, y se confeccionó uno nuevo. Pero ante la amenaza de que el nuevo padrón sería impugnable, hubo que volver al anterior. Un efecto serio de todo esto es que el JNE no ha validado el padrón juvenil que le fue presentado, con lo cual no es posible que los jóvenes elijan o, peor aún, sean elegidos a los cargos. En tales circunstancias los nombres en la liza son los conocidos, y la perspectiva de renovación sumamente limitada. No es, pues, solo menos delegados esperados, sino además una representación surgida de mucho menos votos de apristas inscritos. En consecuencia pocos esperan que el orden surgido del congreso dure mucho, y una idea es que se va a necesitar otro congreso para darle más peso a la vida institucional de la organización. Quien tiene más posibilidades de llegar a la secretaría general es Jorge del Castillo, pero hasta el momento se ha dedicado a dudar. Parecido es el caso de Nidia Vílchez. Aparentemente Mauricio Mulder preferiría presidir la comisión política. Todo lo cual les abre el terreno de la SG a figuras menos conocidas. Un nombre rumoreado con insistencia para SG es Elías Rodríguez, quien llega apoyado por bases de La Libertad, Lambayeque, y en cierta medida Lima. Su mejor opción es una alianza con Mulder y Vílchez, sostenida por una cohorte de delegados del grupo de los cuarentones. Nunca hay que descartar una secretaría general compartida. El Apra se prepara para una tarea difícil en las próximas elecciones regional-municipales. Alan García, su principal acopiador de votos, probablemente siga distante del día a día partidario para entonces. Enrique Cornejo, que desde Lima hubiera podido ayudar a que toda la campaña entre en foco, ya no está en el partido. Enrique Cornejo, que desde Lima hubiera podido ayudar a que toda la campaña entre en foco, ya no está en el partido.