Se ha sugerido ya que quien está filtrando los audios de estos días tiene una audioteca completa para todo uso, recogida a lo largo de años. Habríamos vuelto al tiempo de la videoteca del SIN, hasta hace poco suspendida como una espada de Damocles sobre la política peruana. Ahora conversar se ha vuelto sinónimo de exponerse.La idea es que para evitar su remoción Edgar Alarcón no solo está usando audios oportunamente revelados en estos días, sino que cuenta con otros para amedrentar a quienes lo deben remover. Esto explicaría que haya tanta gente arrastrando los pies en un caso que se debería haber resuelto hace unas semanas.Estas formas de chantaje tecnológico se han refinado, como estamos viendo en el caso más reciente (Alarcón-Zavala-Vizcarra). Ya no es necesario que lo grabado sea ilícito o incriminador. Basta que la grabación exista y su contenido sea revelado para echar sombras de culpabilidad sobre los participantes.A Alfredo Thorne un audio lo derribó. Pero a Alarcón lo está afectando la creciente convicción de que una persona con su trayectoria de irregularidades es el candidato más verosímil a haber realizado los chuponeos donde él aparece. En el primer audio era un obvio beneficiario. Este segundo audio en cambio lo atornilla más a la picota.Sin embargo puede ser que sea el segundo audio el que haya ayudado a Alarcón a prolongarse unos cuantos días más en el cargo, a la espera de algún giro en la situación. Pero está claro que ya nadie le cree, salvo quizás el congresista Héctor Becerril, quien reclama contra Fernando Zavala por ese audio sin interés intrínseco alguno.Algunos medios intervienen también activamente en el asunto, al sugerir a gritos que con ese soso audio Zavala prácticamente se ha puesto la soga al cuello. Que es el efecto que buscaban quienes grabaron y filtraron el audio. Nadie es más fácil de engañar que un medio hambriento de noticias.Si existe tal audioteca de reserva lo podremos saber por la naturaleza del defenestramiento de Alarcón. Las opciones van desde ser puesto de patitas en la calle hasta ser trasladado a algún destino inocuo, o dotado de lo que llaman un paracaídas de oro. No descartemos que la demora que vemos hoy sea lo que toma una negociación.Si existe tal audioteca de reserva lo podremos saber por la naturaleza del defenestramiento de Alarcón.