¿Qué es hoy el caso Lava Jato en el Perú? Ciertamente no el tsunami político-legal que amenazaba ser unos meses atrás. Crece la sensación de que los acusados que conocemos es más o menos todo lo que se va a ver. O si se prefiere, que no vamos a ver nada realmente más espectacular que esas primeras denuncias brasileñas. El gran desembalse que se esperaba para comienzos de este mes todavía no se ha producido. Si todavía existe, parece entrampado por una negociación con Odebrecht, sobre la que no se sabe mucho. Seguramente los fiscales siguen trabajando, pero el material da la impresión de estar enfriándoseles entre las manos. Por su parte la comisión parlamentaria Lava Jato, que nació llena de esperanzas, no ha producido nada interesante. Acaba de pedir una prórroga de su mandato, para incorporar a sus indagaciones hacia las actividades de la empresa brasileña OAS. Con varias empresas así en el Perú el camino se va a hacer más bien largo. Lo que todavía sostiene el interés del público son los casos de los dos ex presidentes acusados. Uno prófugo sin muchas perspectivas de retorno. El otro dando una pelea judicial en la que se mezclan acusaciones de diversos tipos. Un gobernador regional acusado está libre por falta de pruebas, y ahora reclama que le devuelvan el cargo. Mientras tanto van avanzando los lamentos por los efectos de la primera oleada de Lava Jato. Se ha vuelto uno de los argumentos para explicar el visible declive económico. Los trabajadores de las empresas afectadas por la corrupción de sus funcionarios temen por sus puestos. Los proveedores ya están tomando sombrías previsiones. No podemos descartar que las denuncias brasileñas vuelvan a fluir. Pero todo está sugiriendo que la parte más jugosa del rodizio peruano ya ha sido puesta sobre el asador. Con los ex presidentes sueltos en plaza, los acusados menores que vengan no van causar el revuelo de, digamos, Alarcón versus Thorne. En el epicentro brasileño, en cambio, la cosa sigue por todo lo alto. El presidente Michel Temer acaba de ser acusado por la policía de haber recibido sobornos de una multinacional del negocio alimentario. Temer está en Rusia, Brasil lo está esperando. Lo que todavía sostiene el interés del público son los casos de los dos ex presidentes acusados.